Automotrices reclaman al Central por deuda de importaciones

"Todo tiene un límite y nosotros estamos muy cerca de llegar a ese punto", revela el director de una automotriz, a propósito de la reunión que tuvieron ayer los integrantes de la Asociación de Fábrica de Automotores (Adefa) en el Banco Central. Fueron a reclamar por una deuda de importaciones que, en toda la industria, alcanza los u$s 2.500 millones, que se viene acumulando desde principios de año.

"La Secretaría de Comercio nos autoriza las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAIs). Con eso no tenemos problemas, pero luego el BCRA no nos deja girar las divisas al exterior. O sea, queremos pagar, pero no podemos hacerlo", se quejan las automotrices.

"Te autorizan a girar sólo lo que tenés calzado al exportar por los mismos montos, pero sino te lo restringen. Por lo tanto, nosotros estamos acumulando mucha deuda con nuestra casa matriz, ya que con los proveedores de terceros no podemos estar tan atrasados", protestan.

"Los autos terminados los importamos de filiales, mientras las autopartes vienen tanto de proveedores como de filiales. Pero, con el default, no hay un horizonte que mejore las perspectivas, con lo cual a la casa matriz se le está acabando la paciencia. Si bien la demanda cayó, no podemos abastecerla", confiesan. La intención del gobierno es que las automotrices consigan sus dólares financiándose en el exterior o en sus headquarters. Renault dio el puntapié inicial, al suspender por lo que resta del año la importación de autos brasileños, desde donde llegaban los modelos Sandero, Logan, Duster y Master, mientras reprograman los lanzamientos de los nuevos autos cariocas para el año que viene.

Ante la falta de dólares oficiales para pagar insumos, lo que están haciendo algunos importadores es recurrir al contado con liquidación para poder hacer frente a las compras en el exterior. Adquieren bonos o acciones en el mercado local y los venden en Wall Street. Esto provocó que el liqui subiera ayer a $ 10,68.

El CCL no toca las reservas del Central, ya que son entradas y salidas genuinas de divisas. Y es el gran mercado que, en sus días más calientes, llega a mover hasta u$s 100 millones, con un promedio de entre u$s 70 y u$s 80 millones.

Por eso, no hay que seguir tanto al blue sino al liqui, que es blanco y lícito, cuyo precio estaba muy atrasado, ya que no podía ser que valiera menos de $ 10 y tener una brecha tan grande con el informal. Así y todo, aún el contado está un 18% menos que el inexistente blue, que apenas alcanza los u$s 4 millones diarios”, revela un operador.

La dinámica que prevemos a partir del default es control a las importaciones, aumento de la brecha, préstamos dirigidos, control a las tasas activas y pasivas, no dejando subir las Lebac, estima Alejandro Henke, de Proficio Investment.

Fuente: elcronista.com