ECONOMÍA
Banco Mundial estima que Argentina y Brasil crecerán un 2 por ciento este año
El Banco Mundial (BM) proyectó que los países de América del Sur y el Caribe crecerán en 2012 un 3% en conjunto, por debajo de la media de los años anteriores, mientras que las proyecciones para el año próximo auguran un crecimiento del producto de entre 3,8 y 4%. Estos números dan cuenta de un escenario de desaceleración, ya que la región se expandió 6% en 2010 y 4% en 2011. Sin embargo, la tasa de desempleo latinoamericana cerrará el año en torno al 6,5%, cerca de los mínimos históricos y muy por debajo del máximo de 11% alcanzado hace una década.
El importante freno en el crecimiento de la región está afectado por las performances de las dos principales economías de la región, la argentina y la brasileña, cuyos PBI crecerían este año apenas 2% o menos. Así lo reveló el último informe semestral denominado “El papel del mercado laboral en la transformación de América Latina”, publicado por la oficina del economista en jefe del BM para la región, Augusto de la Torre.
En 2012, Panamá y Perú serán los países que registrarán el mejor desempeño de la región, con tasas del 8% y 6% respectivamente, mientras que Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, República Dominicana, Uruguay y Venezuela lo harán por encima del promedio.
Según el informe, detrás de la desaceleración regional subyacen factores mundiales e internos como “una menor actividad económica en importantes polos de crecimiento como Europa y China, que impacta de forma negativa en la demanda de las exportaciones” de América Latina. Por otro lado, “muchos países de ingreso medio parecen haberse expandido a su máximo potencial durante 2010-2011”, explicó De la Torre.
Respecto de los mercados laborales, el informe del BM valora la transformación de la última década, cuando en la región se crearon más de 35 millones de puestos de trabajo adicionales. A su vez, “la históricamente elevada informalidad disminuyó en siete de los nueve países donde puede ser medida de manera consistente a través del tiempo” mientras que los salarios “tuvieron un papel fundamental en los avances sin precedencia en términos de reducción de la desigualdad de ingreso”, aclara el documento.
Esta disminución, señaló el documento, representó una caída de cuatro puntos en el coeficiente de Gini –un índice compuesto que mide la desigualdad– del ingreso laboral, “en marcado contraste con la creciente desigualdad salarial y de ingreso en los países ricos”.
Fuente: Cronista.com

