Barack Obama no puede imponer en el Congreso la reforma del sistema de salud en EE.UU.

El presidente Barack Obama chocó ayer con la fuerte resistencia de los republicanos a aprobar su plan para reformar el sistema de salud, durante una cumbre de más de siete horas que había sido convocada por el mandatario en un último y desesperado intento de salvar el proyecto.

La decepción y la frustración de Obama quedaron en evidencia después de la reunión, transmitida en vivo a todo el país, cuando el mandatario admitió que podría ser imposible llegar a un acuerdo y advirtió que su partido impulsaría el proyecto sin el apoyo republicano por medio de un controvertido procedimiento que demandaría la mayoría simple en el Senado. Además, el mandatario llevó el desafío al campo electoral. "La elecciones de otoño escribirán el veredicto sobre quién tenía razón", dijo el mandatario.

En el encuentro sin precedente, Obama recibió a 40 legisladores en Blair House, la residencia de huéspedes de la Casa Blanca, donde desafió a los republicanos a buscar un acuerdo.

La cumbre tuvo momentos de drama y alta tensión, como el incidente que protagonizó Obama con su ex rival en las elecciones de 2008. Ante las críticas del senador John McCain por el estilo de la actual administración, Obama le espetó: "No estamos en campaña, John. Las elecciones terminaron", en referencia a su victoria. "Ya lo sé, me lo recuerdan todos los días", respondió el ex candidato republicano.

El fracasado debate abrió un gran interrogante sobre el futuro de la reforma de salud, una de las iniciativas más importantes lanzadas por Obama y la legislación social más ambiciosa de las últimas décadas.(LA NACIÓN)