Con menor volumen de granos, el complejo exportador elevó la molienda

La molienda de soja y maíz aumentó en 3 millones de toneladas, de acuerdo a estimaciones privadas. El principal factor que impulsó a la industria fue la suba en el precio de los subproductos sojeros, mientras que en maíz aumentó el uso de grano destinado a biocombustible. En octubre se procesaron 3,3 millones de toneladas de poroto de soja, un 7% más en relación al mismo mes de 2020. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el acumulado desde el inicio de campaña llegó a 27 millones de toneladas, unas 2,5 millones adicionales al realizar la comparativa interanual.

En soja, este elevado nivel de crushing se alcanzó aún a pesar de la caída en la producción de poroto. En el ciclo 2020/21 se cosecharon 45 millones de toneladas, la segunda marca más baja de los últimos nueve años. El polo sojero procesó el 60% del grano producido en esa campaña. Los subproductos de este complejo registran un buen nivel de cotización, que en harina se ubican en USD383 la tonelada y en aceite a USD1.284. De acuerdo a la bolsa rosarina, las exportaciones de harina hasta octubre suman 18,8 millones de toneladas, unas 3,5 millones más que en el mismo lapso de 2020.

Por el lado del aceite, las exportaciones llegaron a 3,7 millones de toneladas. Si bien este volumen es similar a 2020, es 500.000 toneladas mayor en relación al promedio histórico de los últimos cinco años. Este ritmo sostenido en la industrialización del poroto permite proyectar un crecimiento de la molienda, que según los privados llegará a 39,5 millones de toneladas, un incremento de 1,5 millones de toneladas respecto a las últimas estimaciones de la industria.

De cara a la nueva campaña, la BCR estimó que el ritmo de siembra es más lento en relación a otros años. El área sembrada de la oleaginosa será la menor en los últimos 15 años, y las proyecciones indican que el volumen de cosecha no superará las 45 millones de toneladas.

En maíz, hasta octubre de procesaron 5,4 millones de toneladas, un 10% más respecto al mismo lapso de 2020. De ese volumen, 3 millones se destinaron a la producción de alimentos balanceados y 1 millón de toneladas a la molienda húmeda, destinada tanto para elaboración de productos industrializados como para alimentación animal. Con respecto al cereal utilizado para la producción de bioetanol, en la presente campaña se emplearon 920.000 toneladas, un 43% en comparación a los primeros ocho meses del ciclo 2019/20.

Para este cultivo, se espera una cosecha récord, que de acuerdo a las fuentes oscilarán entre las 50 y 60 millones de toneladas. Los exportadores aprovechan el buen escenario de precios y adelantan compras del cereal de la nueva campaña, que hasta el momento se encuentran sobre las 12 millones de toneladas.

Fuente: BAE Negocios