Créditos en La Rioja para lanzar la producción de alcaparras

El gobierno de la provincia de La Rioja presentó un plan para promover la producción y exportación de alcaparras entre productores que hoy sólo cultivan para su propia subsistencia.

El gobernador Luis Beder Herrera anunció que la iniciativa estará destinada a 4.000 pequeños productores de la zona rural quienes, ante la falta de trabajo, evalúan mudarse a la ciudad capital. Fue por eso que el gobierno decidió otorgar un crédito a través del Consejo Federal de Inversiones por $ 3 millones. El objetivo es que en el emprendimiento pueda trabajar los mayores de cada familia y evitar que migren a la ciudad.

El plan de capacitación incluye un entrenamiento técnico, donde se enseñará no sólo el manejo del cultivo, sino también el pequeño proceso industrial que debe realizarse para cumplir con los requisitos de seguridad alimentaria a nivel mundial.

En un principio, los productores empezarán a trabajar en media hectárea. Luego el gobierno evaluará los resultados y a aquellos que tengan un buen rendimiento, se les dará una hectárea.

El estado provincial apunta a aprovechar las condiciones climáticas y los recursos con que cuenta para llevar adelante una producción de esta naturaleza, debido a que la alcaparra sólo demanda entre 200 y 300 milímetros de agua por año.

El secretario de Agricultura provincial, Jorge Ortiz, explicó que el precio internacional es de u$s 4 el kilo. Por lo tanto, calculan que con que cada uno de los 40.000 productores logre comercializar 375 kilos mensuales, la facturación per cápita ascenderá a u$s 1.500 al mes.

Pero no deben preocuparse por eso, ya que la misma empresa que les vende los plantines se comprometió luego a comprarles el producto terminado.

En consecuencia, el gobierno estima que las ventas totales de los 4.000 pequeños productores podrán alcanzar los u$s 80 millones anuales.

Cabe destacar que, en la actualidad, existe una gran demanda insatisfecha por este cultivo, en especial de España, Italia y los Estados Unidos.

Esta tendencia obedece a que de las alcaparras pueden derivar distintos productos que ayudan a la hora de la comercialización, en especial como relleno de aceitunas.

También se la procesa como un polvo que forma parte de las aromáticas, ya que tiene la ventaja de ser un producto no perecedero.

(El Cronista)