ECONOMÍA
Destacan medidas para apuntalar el superávit en el comercio externo
El nuevo esquema de política macroeconómica fijado tras las elecciones presidenciales de 2011, que busca restablecer el superávit de las cuentas externas, tuvo "resultados preliminares positivos", según evaluó un informe elaborado por la Univeridad Nacional Tres de Febrero.
El documento, del Observatorio de Coyuntura Económica de la UNTREF, justificó la aplicación de medidas destinadas a monitorear el ingreso de importaciones, limitaciones en materia cambiaria y para el giro de utilidades al exterior, así como la "búsqueda de nuevos equilibrios en el escenario complejo de la economía global", "sin recurrir al financiamiento externo ni a una devaluación, ni ajuste tarifario".
"La política macroeconómica de esta nueva etapa está signada por la reafirmación del rumbo seguido en estos nueve años, en cuanto a proteger el mercado interno, el empleo y los salarios, y la volatilidad internacional, evitando modificaciones regresivas en los precios relativos de la economía", y de manera autónoma, indicó el texto elaborado por la dependencia académica, dirigida por el diputado nacional del Frente para la Victoria, Roberto Feletti, y el economista Antonio Mezmezian.
El documento, tras reconocer que en los últimos meses se "ralentizó el nivel de actividad", sostiene que la política fiscal obra como "amortiguador" de esta tendencia y que dentro de los escenarios planteados, "no se contempla una recesión".
Según lo últimos datos disponibles, los números dieron que el cuarto trimestre de 2011 la economía creció 7,3%, cifra elevada pero menor respecto de los trimestres anteriores.
Asimismo, se advirtió un aumento del consumo público en el total de la tasa de crecimiento, que pasó de un promedio de 14,3%, a 20, 5%.
Pese al contexto internacional, las exportaciones experimentaron una variación postiva del primer trimestre de 2012, de 8,2% respecto del primer trimestre del 2011.
Este dato, sumado a la política de "estabilización del volumen de importaciones", significa que "se logró un excedente de intercambio comercial de casi $13.600 millones (U$S 3.000 millones), lo que proyectado para lo que queda del año, superaría los $50.000 millones (U$S 11.000 millones), cifra que excede largamente los $39.000 millones (U$S 8.600 millones) contenidos en las proyecciones para el corriente año".
Asimismo, el informe se muestra optimista en que la Argentina podrá desandar la bimonetización histórica -esto es usar pesos para transacciones para ahorrar dólares-, que se acarrea desde 1976, a partir de que se aplicó en el país un "modelo de valorización financiera".
"Regular la cuenta corriente (el saldo entre las exportaciones y las importaciones de bienes y servicios), no abrir la cuenta de capital (inversiones extranjeras) a flujos de corto plazo especulativos, y manejar niveles de reserva internacional adecuados frente a volúmenes de importaciones y servicios de deudas, parecen crear las condiciones para que ello ocurra", sostiene el informe.
Resulta "pendiente", advierte el texto, "eliminar el arbitraje de los diferentes precios de las economía, buscando la convergencia en la tasa de inflación, tasa de interés, y tasa de devaluación esperada, que deben fluctuar muy próximas entre sí, durante mucho tiempo, para que nuestra moneda cobra vigor con la reserva de valor", remarcaron.
También, "el estrechamiento del saldo positivo de las cuentas públicas obliga a revisiones de política fiscal".
En este sentido, "la política tarifaria y de inversión pública serán temas en revisión a los largo del corriente año", aventuraron, si bien destacaron que la "política monetaria y fiscal seguirá adecuándose de manera de cumplir la meta de "sostener el nivel de actividad" en momentos de crisis.
Fuente: Télam

