ECONOMÍA

El Banco Central incorpora el comercio exterior a los créditos para inversión productiva

Para estimular la oferta de comercio exterior y, de paso, descomprimir la demanda de dólares, el Banco Central sacó el jueves pasado la circular 5570, que admite imputar a la línea de créditos para la inversión productiva otras financiaciones, en la medida que tengan como destino facilitar operaciones de comercio exterior.

Las financiaciones del cupo 2014 deberán estar acordadas en su totalidad al 30 de junio. Podrán desembolsarse de manera única (sin exceder el 30 de junio) o escalonada (sin exceder el 31 de diciembre) sólo cuando lo justifique las características del proyecto a financiar. “Es para incorporar operaciones en dólares para aquellas entidades que puedan conseguir para fondearse dólares de líneas de bancos corresponsales del exterior”, interpreta Alejandro Banzas, economista jefe de Reporte Económico. Para Gustavo Perilli, socio de AMF Economía, la circular 5570 está tratando de inducir a los bancos que estimulen el comercio exterior y que, por ese canal, repunten más rápidamente las compras de divisas y la acumulación de reservas porque las semanas pasan y el tiempo de vacas flacas (segundo semestre del año) se aproxima: “Se estuvo diciendo, de todos modos, que unos bancos extranjeros les habrían sugerido esta normativa al BCRA porque no les convenía hacer operaciones en pesos”, revela Perilli.

A él no le parece una estrategia demasiado sólida para impulsar las compras de divisas en el corto plazo, porque el crédito debe estar en los planes de los exportadores y apuntalar producción transable para que luego atraiga divisas: “Si fuera así, en el mejor de los casos y con todo el optimismo posible, la medida podría tener algún efectos recién el año que viene. Me quedan dudas sobre su efectividad”.

Dada la naturaleza de la línea, se supone que las micro, pequeña y mediana empresa sean las principales destinatarias de estos fondos. A Fernando Baer, titular de Bconomics, le parece una flexibilidad bastante amplia: “Me imagino que podría servir para prefinanciar exportaciones en el intento de fomentarlas en un contexto de caída del nivel de actividad y, al mismo tiempo, evitar las restricciones de prefinanciación en moneda extranjera, como es habitual. El punto es sobre quién recaerá el riesgo por descalce de moneda, si sobre los bancos o sobre el sujeto de crédito”.

A Baer esta iniciativa le parece una aproximación complicada a un tema de financiamiento de líneas asociadas netamente al intercambio de divisas, en un entorno de corrección en marcha de precios relativos: “Las consecuencias podrían implicar una nueva transferencia de riqueza. Aún no está claro entre quienes, pero sin dudas en términos generales de productores de bienes no transables a bienes transables”.

Para Perilli, esta comunicación indica las prioridades y preocupaciones que tiene hoy el BCRA: acumular reservas, proveer liquidez para que bajen las tasas y que, por otro lado, no se interrumpan los procesos productivos ni aparezca morosidad de la mano de una paralización más aguda de la actividad. Resulta complicado saber exactamente cuánto puede empujar al comercio exterior porque no se sabe quiénes van a pedir esa excepción al BCRA. Desde ya, a las pymes les conviene financiarse al 17% antes que descontar cheques a más del 30% anual.

Fuente: Cronista.com