El G-20 también quiere perseguir la evasión de fondos

La reciente cumbre del G-20 en Brisbane, Australia, le dedicó un capítulo de su declaración al problema de la falta de transparencia en las relaciones fiscales entre los países, lo que es aprovechado por empresas y poseedores de grandes fortunas para derivar fondos de una jurisdicción a otra en busca del menor pago de impuestos posible.

El documento final lo reconoce cuando señala en su punto 13: "Estamos tomando acciones para asegurar que el sistema fiscal internacional sea justo y para asegurar los flujos de ingresos públicos de los países. Las ganancias deberían ser gravadas en donde se desarrollan las actividades económicas que derivan dichas ganancias y donde se crea el valor." Este primer punto es vital para impedir la planificación fiscal nociva, que es aquella que emplea las lagunas legales para eludir su responsabilidad en el pago de impuestos, especialmente el de Ganancias.

En ese sentido, el documento del G-20 indicó: "Damos la bienvenida al progreso significativo en el Plan de Acción Contra la Erosión de la Base Imponible y el Traslado de Beneficios (BEPS) del G-20 y la OCDE para modernizar las normas impositivas internacionales. Estamos comprometidos a finalizar este trabajo en 2015, incluyendo la transparencia en reglas específicas del contribuyente que constituyan prácticas tributarias nocivas".

El BEPS asegura que la globalización y sus consecuencias "han creado oportunidades para que las multinacionales minimicen enormemente su carga tributaria. Esto ha motivado una situación tensa en la que los ciudadanos se han sensibilizado cada vez más sobre las cuestiones de equidad tributaria, y finalmente se ha convertido en una cuestión crítica para todas las partes". Con todo, el proyecto BEPS generó críticas de los países no desarrollados, los que reclamaron que no se contemplaban sus necesidades en la planificación. El documento del G-20 tomó el tema, aunque desde su propio ángulo: "Damos la bienvenida –indicó– al mayor compromiso de los países en desarrollo en el proyecto BEPS para abordar sus preocupaciones. Trabajaremos con ellos para construir su capacidad de administración tributaria e implementar el intercambio automático de información fiscal." Otra de las herramientas que la cumbre del G-20 saludó fue la reciente creación del estándar global que firmaron 80 países en Berlín, Alemania, entre ellos la Argentina.

"Para prevenir la evasión fiscal transfronteriza, endosamos el Estándar Global de Información para el intercambio automático de información fiscal (AEOI) en una base recíproca.

Comenzaremos a intercambiar información automáticamente entre nosotros y con otros países para 2017 o fines de 2018, sujeto a la finalización de los procedimientos legislativos necesarios", señaló el documento al respecto.

"Damos la bienvenida a los compromisos de los centros financieros para hacer lo mismo y llamamos a todos a unirse a nosotros", agregó el texto.

Fuente: Tiempo Argentino