El Gobierno busca un préstamo de emergencia de la Reserva Federal por USD 20 mil millones

Mientras el riesgo país llega a su punto más alto en una década, superando los 1600 puntos, y el dólar se vende por encima de 61 pesos en bancos de la city porteña, el Gobierno nacional busca desesperadamente nuevas fuentes de financiamiento extranjero para buscar contener a la divisa estadounidense hasta diciembre.

La corrida del dólar de este lunes, que aumentó casi un 25% en las primeras hora del día, obligó al Banco Central a intervenir con venta de reservas de 100 millones de dólares por fuera de las tradicionales licitaciones, por primera vez en once meses.

Para evitar un agravamiento de la situación, el presidente Mauricio Macri ordenó que se reanuden las conversaciones con la Reserva Federal de los Estados Unidos con el fin de abrir una nueva línea de crédito por unos 20 mil millones de dólares, que permita brindar una relativa tranquilidad a la economía nacional, al menos hasta fin de año.

Los funcionarios argentinos descuentan un aval del presidente estadounidense Donald Trump, que ya intervino a favor del gobierno argentino en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional.

El Ministerio de Hacienda lanzó el viernes pasado el llamado a licitación para colocar Letras del Tesoro (Letes) en dólares por hasta U$S750 millones. Esta operación, habitual, tomó otra importancia luego del resultado de las PASO y de la disparada del dólar y el riesgo país. Será el primer test concreto para medir qué perdura de la relación del Gobierno con los inversores.

En medio de este crítico panorama económico, el Gobierno tiene que renovar deuda en moneda extranjera. La semana pasada se había convocado a licitación por dos Letes (una con vencimiento en noviembre de este año y otra en marzo de 2020), por unos USD 950 millones. Por el momento, ambas operaciones se encuentran suspendidas ya que con un riesgo país por encima de los 1600 puntos es difícil prever la tasa que habría que pagar. En operaciones similares previas la tasa de interés estuvo entre el 4,15 y el 7,37%, pero se descuenta que hoy deberían ser mucho más altas. La baja renovación de estas letras plantearían un nuevo inconveniente para el oficialismo en un panorama económico ya muy difícil.

Fuente: Informe Politico