El Gobierno diseña un nuevo perfil para el BCRA

Con Martín Redrado fuera del Banco Central, las nuevas autoridades pretenden cambiar sustancialmente el perfil de la institución. Le adjudican al ex funcionario haber permitido que con tasas que promedian el 50% en préstamos personales (los más otorgados en los últimos años), el sistema financiero local se haya concentrado sólo en estos créditos dedicados al consumo. La consigna ahora, ideada por el propio Néstor Kirchner desde Olivos, es instrumentar medidas que permitan que los bancos vuelvan a mirar hacia el sector productivo, hoy con escaso acceso a la financiación.

Por un lado, el objetivo es poner un freno vía más regulaciones a los créditos personales y la financiación a través de tarjetas de crédito porque alimentan la inflación. Por otro, es solucionar uno de los mayores problemas que se presentan en la economía doméstica: la falta de inversiones.

Desde los bancos privados aseguran que será difícil llevar a la práctica la idea. La caída en la inversión directa, señalan, no es producto de la falta de fondos y créditos sino de la incertidumbre que plantea la economía en el largo plazo. Y en el caso de los préstamos al consumo, las tasas ya comenzaron a bajar por las propias leyes del mercado. Por lo tanto, los banqueros coinciden en que no será necesaria la intervención oficial.

Posibilidades

El último informe sobre bancos del Central mostró que en noviembre el crédito al sector privado aumentó $ 1.800 millones, pero de hecho fue producto fundamentalmente del dinamismo de las líneas al consumo (personales y tarjetas de crédito). También se verificó un incremento en los documentos y en los créditos con garantía real (mucho menor), mientras que las restantes líneas comerciales verificaron un retroceso en el mes.

En el mercado de los préstamos personales es cierto que las tasas más que duplican a la inflación que calculan las consultoras privadas. Van del 30% al 100%, y hasta en el Banco Nación rondan el 45%.

En el caso de las tarjetas de crédito, los intereses que se cobran llegan al 40%. Incluso, hay algunas que no dependen de los bancos como las propias de grandes cadenas de electrodomésticos o ropa que duplican esa cifra.

Las nuevas autoridades del Banco Central, con Miguel Pesce a la cabeza, basan sus posibilidades de acción en que el sistema financiero tiene una alta liquidez y por lo tanto es una decisión de los bancos enfocar los créditos hacia el sector que más lo demande. Desde la autoridad monetaria entonces, pretenden persuadir a las entidades a que repartan el stock de créditos de forma más «equitativa», según su propia definición. (AMBITO WEB)