ECONOMÍA
El Gobierno gastó un 12 por ciento menos por importar energía debido a la caída en la actividad
Las importaciones de energía registraron en el mes de abril un retroceso respecto del mismo mes de 2013. Según recientes datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) el mes pasado las compras al exterior en combustibles y lubricantes cayeron un 12,5%, pasando de u$s 1.065 millones en abril de 2013 hasta los actuales u$s 932 millones.
Si bien el descenso indica que el Gobierno redujo moderadamente la cantidad de dólares que gasta por esta vía (hace tiempo que por la crisis energética esta ventana es la que más divisas le cuesta al Estado), también revela un dato poco alentador y que ya encendió la luz de alerta en despachos oficiales y en el sector empresario. El nivel de actividad económica sufrió un importante retroceso en el primer trimestre del año y los indicadores disponibles respecto a abril marcan una profundización del escenario de deterioro. Muestra de esto las importaciones de energía en el primer cuatrimestre apenas se incrementaron un 3%, cerrando en u$s 3.253 millones y manteniéndose prácticamente estables respecto del mismo período de 2013.
Pero, al mismo tiempo, signo de un menor deterioro económico, se desaceleraron las exportaciones. De acuerdo con los datos oficiales, en abril las exportaciones en combustibles y energía se ubicaron en los u$s 322 millones, lo que significó un descenso de 3% medido de manera interanual. En el primer cuatrimestre avanzaron apenas un 8%, totalizando en u$s 1.892 millones.
"“El nivel de actividad tiene una fuerte correlación con la demanda energética”", explicó a El Cronista el ex secretario de Energía y ex presidente de YPF, Daniel Montamat. El consultor remarcó que en los primeros meses del año el consumo en los hogares aún no es tan elevado como en el invierno, por lo que la contracción en el mes de abril responde a una menor demanda en los grandes consumidores: las industrias.
Más allá de que las importaciones comiencen a desacelerarse por el parate de la actividad, lo que preocupa en el sector privado es el déficit energético, que según los especialistas se acrecentará a pesar del escenario recesivo. El año pasado la balanza energética cerró con un rojo de u$s 7.000 millones. Las proyecciones privadas para 2014 arrojan un saldo negativo que podría superar los u$s 8.000 millones.
Y es que se estima un menor ingreso de divisas por menores exportaciones. Los últimos estudios respecto del deterioro económico son contundentes. Por el lado de la demanda, el índice de confianza de los consumidores que realiza la Universidad Torcuato Di Tella, por ejemplo, cayó 23,3% interanual en el promedio de los últimos tres meses. De acuerdo con estimaciones del estudio Broda y Asociados, entre enero y marzo últimos, la actividad se contrajo 0,6% respecto a los últimos tres meses de 2013 y volverá a retroceder en el segundo trimestre no sólo respecto a los primeros tres meses del año sino también en la variación interanual.
De todas formas, el nivel de importaciones sigue siendo elevado. Preocupado por la sangría, el Gobierno comenzó a im plementar en estos días (como aplica ya hace unos años en épocas más frías), cortes en el suministro de gas a grandes industrias para no afectar el servicio domiciliario.
Fuente: Cronista.com