POLÍTICA ECONÓMICA

El Gobierno impulsa una ley para regular a calificadoras de riesgo

El titular de la Comisión Nacional de Valores, Alejandro Vanoli, reveló hoy que el Gobierno impulsa la regulación, a través de una ley, del accionar de las calificadoras de riesgo en el país, que hasta el momento se rigen por decreto y reglamentaciones.

Vanoli explicó que la nueva regulación incluirá "la diversificación de los actores, para no dejar a las calificadoras ser las únicas" que tengan el rol de otorgar una nota crediticia a los activos financieros o entidades, explicó Vanoli.

Lo expresó tras su disertación en el evento anual organizado en Buenos Aires por el Consejo de Reguladores de Valores de las Américas, donde participa la Comisión Nacional de Valores (CNV).

Vanoli precisó a Télam que la idea es modificar la actual ley de regulación de la oferta pública, Ley 17.811, que data de 1968, del gobierno de Onganía, e incorporar allí un capítulo destinado a las calificadoras.

El funcionario explicó que el proyecto está siendo discutido a nivel del Ministerio de Economía que conduce Hernán Lorenzino, y que espera que "hacia fin de año sea convertido en ley".

"Está en proceso de discusión una ley que está en el Ministerio de Economía, a tono con países que han avanzado en el proceso de reforma", para realizar "transformaciones legislativas que nos permitan avanzar a estándares internacionales" sobre la regulación financiera, dijo.

Durante su exposición, Vanoli cuestionó el accionar de las calificadoras de riesgo a nivel mundial, e hizo un racconto de los movimientos de los países del G20 para regular a las mismas, y evitar "las fallas de mercado que provocaron en muchos casos una propagación de la crisis" financiera que estalló en el 2008.

En general, los expositores se expresaron en este sentido, de mayor regulación financiera post crisis.

"Hay una misión muy clara desde el Grupo de los 20 de que es necesario profundizar una transformación de la arquitectura financiera internacional, para evitar que las fallas de mercado y de regulación del pasado terminen en nuevas crisis como la que afrontamos en todo el mundo a partir del 2008", dijo apuntándole a la calificadoras.

La iniciativa oficial se inscribe en "la necesidad -mundial- de ir reduciendo la fuerte dependencia que hoy existe en torno de las calificaciones de riesgo, y esto tiene que ver con el impacto de las fallas de la calificación del costo de los emisores, y con el costo de financiamiento", indicó.

Otro tema donde a criterio de Vanoli hay que revisar es "el de los honorarios a las calificadoras, que son pagados por los propios emisores que están sujetos a la calificación, esto es, el que paga al músico elige la melodía", ironizó.

Asimismo, tal como está hoy, "la calificación induce a los precios o los precios a la calificadoras, es el huevo o la gallina", en un mundo donde hasta hace muy poco no había registro o nula regulación al sector.

Al mismo tiempo, subrayó el problema de la "prociclidad de las calificadoras, que generan incentivos para inflar la calificaciones y generan el shopping de calificaciones" en proceso de booms, y luego en procesos de caídas aceleran las mismas.

"En estos últimos años hemos avanzado en algunas medidas en nuestro país que tienen que ver con la transparencia, y la metodología, y cualquier persona puede mirar cuáles son metolodogías de las calificadoras en la página de internet de la CNV, para distintos activos financieros", agregó.

Vanoli sostuvo que el Gobierno seguirá trabajando en el "impacto del costo de la calificación en las Pyme", para reducir la "suerte de barrera de entrada" que tiene el sector para ingresar a la competencia.

Por último, Vanoli defendió el accionar de las políticas económicas de los últimos años, y que los resultados obtenidos "no tienen una mirada ideológica, sino con números concretos", contrastando una editorial publicada hoy en La Nación.

Vanoli destacó que el país "se mostró en las fronteras de los países asiáticos, con 9 años de crecimiento; con indicadores que dan cuenta de una genuina capacidad de pago en moneda extranjera; una fuerte reducción de la deuda pública en términos nominales y relativos, y en dólares, y superávit fiscal acumulado de 18% desde el 2003 al 2011, donde sólo cinco países entre los que se computan a los del G20 tuvieron ese nivel", culminó.