El capitolio aprobó el presupuesto temporal y evita el cierre del gobierno
El Congreso de Estados Unidos aprobó ayer un presupuesto federal temporal y evitó que a la medianoche se produjera un cierre parcial del gobierno ante la falta de consenso para aprobar los fondos del año fiscal 2016.
Tras una primera aprobación en el Senado, con 78 votos a favor y 20 en contra, la Cámara de Representantes también respaldó el proyecto, que contempla la financiación de la administración hasta el 11 de diciembre, con 277 votos a favor y 151 en contra.
Las negociaciones sobre los presupuestos han girado en torno de una disposición que algunos conservadores querían incluir para retirar los fondos a la organización Planned Parenthood, después de que se revelaran unos polémicos videos en los que algunos de sus miembros hablaban con laxitud sobre la venta de tejidos fetales para investigación.
Sin embargo, quienes se opusieron a aprobar el presupuesto con fondos para dicha organización no sumaron los votos suficientes, ya que la mayoría republicana quería evitar otro cierre parcial de la administración, como ocurrió en 2013.
No obstante, la medida fue aprobada en la Cámara baja gracias al apoyo demócrata, ya que todos sus miembros votaron por el sí, mientras que la totalidad del no provino de la bancada conservadora, siendo más los republicanos en contra que a favor.
“Con la votación bipartidista de hoy (por ayer), el Congreso dio un paso para alejarse del abismo. El presidente firmará el proyecto de ley una vez que lo reciba”, anunció el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, tras la votación.
“Pero el pueblo estadounidense –agregó– merece mucho más que legislar a última hora y a corto plazo. Por eso, el Congreso debe aprobar un presupuesto que revierta los recortes automáticos al gasto tan dañinos […] para permitir inversiones críticas en nuestra preparación militar, infraestructura, escuelas, salud pública e I+D, que mantienen a nuestras empresas a la vanguardia”.
Earnest consideró además que “el Congreso puede y debe conseguir” acordar dichos presupuestos “sin demora”, y aseguró que “no hay ninguna razón para negar a las familias estadounidenses y las empresas la seguridad y el apoyo que necesitan”.
Con la decisión de ayer, el debate presupuestario entre demócratas y republicanos se dilatará hasta diciembre, aunque los líderes de la mayoría conservadora ya se pusieron en contacto con la Casa Blanca para negociar un plan presupuestario que comprenda los dos próximos años fiscales y evitar una situación similar.
Un acuerdo presupuestario de este calado evitaría una discusión al respecto el año próximo, a apenas unas semanas de las elecciones presidenciales, pero lograrlo de facto dependerá en gran medida de la oposición más o menos férrea de los ultraconservadores del Tea Party, que forman un nutrido grupo en la Cámara baja.
La línea más dura del Partido Republicano cree que deben utilizar toda su influencia en las negociaciones sobre el gasto para presentar medidas políticas que defiendan los intereses y valores conservadores, incluso si eso desencadena una amenaza de veto del presidente o conlleva el temido cierre parcial del gobierno.
Fuente: Diario BAE