El peso recupera competitividad

El tipo de cambio real multilateral (TCRM), índice que compara el peso argentino con las monedas de los principales socios comerciales del país, comenzó un proceso de recuperación en noviembre pasado. De esta forma, en los últimos tres meses el indicador subió 7,1 puntos, al pasar de los 89,8, a comienzos de noviembre, a los 96,8 puntos actuales, su mayor valor desde principios de junio de 2022. Sin embargo, el indicador aún se encuentra atrasado respecto al valor acordado con Fondo Monetario Internacional.

El Gobierno acordó con el organismo sostener el TCRM en los valores de diciembre de 2021, cuando el indicador estaba en 102,5 puntos. Sin embargo, el índice que mide la competitividad del peso comenzó en abril un proceso de caída, ante un contexto de fuerte aceleración inflacionaria local, que superó ampliamente el ritmo de depreciación mensual del tipo de cambio oficial, y un proceso de fortalecimiento del dólar a nivel global, que lo llevó a máximos desde 2002. Así, el índice llegó a tocar un piso de 87,1 puntos que lo alejó 15,4 puntos de lo acordado con el FMI.

El proceso de recuperación comenzó en noviembre, cuando el indicador estaba en 89,1 puntos, y desde entonces, subió 7,1 puntos. Entre las causas se encuentran una marcada aceleración del crawling peg que efectivizó el Banco Central. Así, en septiembre, por primera vez desde enero de 2021, la suba del dólar mensual equiparó a la inflación. La misma dinámica se repitió en octubre, noviembre y diciembre.

A nivel internacional, otro de los factores clave que determinaron la dinámica de TCRM fue la caída del dólar a nivel global a partir de noviembre, cuando comenzaron a aparecer señales de que la inflación en Estados Unidos estaba desacelerándose, lo que generó expectativas de que la Fed modere la política monetaria contractiva. Esto impactó positivamente en las monedas de los principales socios comerciales de argentina. Así, el índice dólar desde fines de octubre cayó 8,3%, pasando de 110,9 a 101,6 puntos. En dicho periodo, el yuan se apreció 8,2%; el euro, 10%; y el real brasileño, 6,1%.

El economista Federico Glustein destacó que “el dólar en las últimas semanas se despreció en relación con las monedas regionales, sobre todo, el real (se apreció 3,3% en enero), por ende, el TCRM se apreció”.

Perspectivas

En cuanto a la posibilidad de que el índice recupere los niveles acordados con el FMI, analistas señalan que será clave el rumbo de la política monetaria de la Fed en 2023 y el ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial que lleve a cabo el BCRA. A pesar de que la Fed moderó su sendero contractivo en las últimas dos subas de tasas, distintos indicadores advierten que la inflación internacional seguirá en niveles elevados y los principales bancos centrales continuarán con el ciclo de endurecimiento monetario. Por otro lado, en el ámbito local, enero se encamina a ser el primer mes desde septiembre en que el ritmo de crawling peg corra por detrás de la inflación mensual, lo que profundizaría el atraso.

Andrés Reschini, analista en F2 Soluciones Financieras, consideró: “Será un año largo y muy movido. Por la parte que le toca a argentina, creo que podemos ver cierto atraso versus el nivel de precios, algo que tendería a apreciar. En el plano internacional, si seguimos viendo monedas más fuertes, puede que nos ayude a compensar el TCRM, pero va a tener un rol más importante lo que hagamos en el plano interno por tratarse de un año complejo entre la economía frágil y la política en campaña electoral. El ritmo de depreciación en enero fue del 5,5%. Si miramos la REM de diciembre, la mediana de variación de IPC de enero estuvo en 5,6%, mientras que, cerrando enero, las mediciones privadas se arrimaron más al 6%, de modo que es muy probable que el crawling peg vuelva a atrasarse. Veremos si se confirma con el dato oficial de INDEC”.

Fuente: Ámbito