INMOBILIARIO
En el primer cuatrimestre, el precio en pesos de los inmuebles creció 230 por ciento
La debilidad del mercado inmobiliario argentino se hace cada vez más evidente. Con la imposibilidad de comprar dólares firme desde 2012, el mundo de los ladrillos registra en forma constante signos negativos en diferentes aspectos, y uno de ellos es el valor de los inmuebles.
De acuerdo con los últimos datos divulgados por el Colegio de Escribanos de Buenos Aires, entre marzo y abril pasados los precios, medidos en dólares, acumularon un retroceso del 7,7%, luego de que en el arranque de 2014 mostraran un crecimiento del 20,8% (8,4% en enero y 12,4% en febrero).
Así, a lo largo de este año la cotización de los departamentos registró una mejora del 13,1% en su cotización.
Según los especialistas, esta tendencia negativa tiene que ver con las dificultades que hay actualmente para cerrar transacciones de este tipo.
Ante la imposibilidad de conseguir dólares por parte de los compradores –y el empeño de los propietarios en recibir divisas ante la venta– los valores finales de los inmuebles pueden caer hasta un 15% en caso de que se disponga a realizar la operación con los billetes en mano.
Los analistas del sector entienden que esta tendencia podría continuar durante los próximos meses, debido a que no se vislumbra un cambio en las condiciones cambiarias.
Al analizar lo que ocurrió durante el primer cuatrimestre con los precios de los inmuebles, pero en pesos, la tendencia es totalmente opuesta, producto de la devaluación de la moneda nacional.
Del acumulado de los primeros cuatro meses de este año surge que, para este caso, los valores acumularon un crecimiento nada menos que un 231,6 por ciento.
El mes más duro en este sentido fue febrero, donde el incremento fue del 76,1%, para marcar en abril último un 49,4 por ciento.
Estos movimientos llevaron a que el segmento de precios más alto –el que contempla las operaciones mayores a los $ 900.000– haya representado en abril pasado un 19,1% sobre el total de las ventas, contra el 8,26% de registrado en igual mes del año pasado.
En cuanto al ritmo de ventas, el trabajo del Colegio de Escribanos porteño refleja una nueva baja, aunque la segunda más leve de este cuatrimestre. La baja en las operaciones fue en abril del 2%, mientras que en enero había sido del 0,8 por ciento.
El comportamiento fue tan oscilante que en febrero mostró una mejora del 16,2%, para retroceder nada menos que un 18,6% un mes después.
Fuente: Cronista.com