ECONOMÍA

Exportadores exigen más plazo para liquidar sus operaciones

Las entidades analizan contrareloj el impacto de la nueva norma y harán un planteo formal en las próximas horas. Argumentan que el plazo de 15 días atenta contra el crédito.

Frente a la incertidumbre que les generan los nuevos plazos para liquidar las exportaciones –que en muchos casos no alcanzan para cubrir los períodos normales de cobro y, por otro lado, atentan contra el financiamiento– varias cámaras que agrupan a empresas exportadoras analizan contrareloj los efectos de la medida y ya pidieron audiencias con distintos funcionarios del Gobierno para reclamarles que se revea la decisión.

En este grupo se inscriben la Cámara de Exportadores de la Argentina (CERA), que preside Enrique Mantilla; la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales y la UIA. Algunas aún continúan analizando el escenario, pero otras ya pidieron reunión con el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, y con la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont.

A su vez, la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) envió el miércoles pasado una circular a todos sus socios en la que, en un intento por tranquilizar los ánimos, recordó que la normativa prevé la ampliación de los plazos establecidos previa evaluación de la solicitud presentada por parte del interesado –habrá una comisión que lo estudie–. Además, enfatizó que en la cámara están a “disposición de las empresas para apoyarlos en eventuales pedidos, siempre que la solicitud sea fundamentada”.

Este nuevo esquema de plazos para liquidar exportaciones de 15, 90 y 360 días –medida tomada en este contexto de voracidad oficial por los dólares– afecta a casi todos los sectores. El plazo mínimo establecido de 15 días desde la fecha de embarque le compete en su mayoría a productos primarios y manufacturas de origen agropecuario, pero también quedó fijado ese lapso para todos los negocios entre filiales.

El principal problema que están avizorando con mucha preocupación las compañías es que estos cambios afectan severamente la capacidad que tienen hoy los exportadores para darle a pagar a plazo a sus clientes. “Con estos plazos tan cortos, la empresa tiene que darle a su comprador menos plazo. Y si los argentinos no se lo financiamos, lo compran en otro lado donde den facilidades”, manifestó a El Cronista Carlos Clément, director comercial de la consultora en comercio exterior que lleva su apellido.

Plazos de entrega

Por otro lado, en mucho casos el plazo de 15 días no les permite a los exportadores cubrir los plazos razonables de entrega, ya que cobran una vez que la mercadería llega a destino. Fuentes de la UIA señalaron que el Departamento de Comercio Exterior de la entidad está haciendo un informe detallado con los perjuicios para cada sector, pero explicaron que “además de los problemas para financiar, hay destinos con los que se manejan plazos de hasta 45 días desde el embarque porque son largas las distancias y muchas veces hay que pasar inspecciones y cumplimiento de normas técnicas”. “Estamos analizando los pasos a seguir”, agregaron.

Con respecto a la problemática de las filiales, hoy una gran cantidad de empresas, muchas pymes, tienen oficinas en los mercados a los que venden para hacer más ágil el ingreso de sus productos a la plaza. La industria automotriz también opera entre subsidiarias, por lo que también deberán someterse a este lapso.

Por su parte, fuentes del sector aceitero y de granos se mostraron inquietos por lo que ocurrirá con las operaciones que ya están en curso, además del impacto que les genera en la dinámica cotidiana los nuevos plazos. “Ahora tenemos 15 días corridos para la mayoría de los productos para los que teníamos 120. En el caso de los granos, antes también eran 15 días pero desde el momento en que se acreditaba el dinero en la cuenta del exportador, mientras que ahora es desde el embarque”, sostuvo el directivo de una cámara del sector. Y agregó: “Espero que el Gobierno recapacite”.

Fuente: Cronista.com