AGRO

Facilitan el acceso a productos del agro modificados genéticamente

A partir de la actualización de distintas normativas para la autorización de organismos genéticamente modificados (OGM), desarrolladores locales tendrán la posibilidad de presentar cultivos no convencionales para su futura aprobación comercial. La medida tiene como objetivo ponerlos al alcance de todos los productores y a la vez de que sea aprovechado por otras cadenas productivas.

A la fecha, la aprobación de OGM significaba una barrera para la llegada al mercado interno de investigadores de menor envergadura. Y es que los parámetros actuales beneficiaban a la soja y el maíz.

Es por eso que, tras la firma de la resolución 17 aprobada el pasado 11 de diciembre y pronta a publicar en el Boletín Oficial, junto con otros cambios, es que se dan a conocer los nuevos criterios que deberán tener los eventos para su presentación y posterior aprobación.

En líneas generales, las modificaciones permiten la multiplicación de semillas de forma regulada. El fin es tener el número suficiente para cuando esté aprobada su siembra. Por otro lado, otorga la posibilidad de adaptar los pasos en aquellos que ya desde hace mucho venían aportando información, lo que significa que no tendrán que volver a hacer todo el proceso tal cual se exige a los granos.

Hoy, en promedio, se deben hacer ensayos por cuatro años antes del visto bueno de las autoridades, pero esto se reducía a sólo dos años debido a que las empresas internacionales ya contaban con un aval al haber sido aprobadas en otros países. En ese sentido, el Ministerio de Agricultura advirtió que esto permitía la producción de semillas de contraestación para abastecer a mercados como Estados Unidos y Canadá sin ser comercializadas en la plaza local. De esta forma, la norma beneficiaba a unos pocos puesto que no todos tenían acceso a la tecnología.

Es por eso que ahora los cultivos biotecnológicos de última generación de cualquier especie podrán ser aprobados en las mismas condiciones y aplicados además a la agroindustria o biomasa.

“Esto no es más que democratizar el acceso a pequeños productores a herramientas biotecnológicas fuera de soja y maíz”, dijo a BAE Negocios el director de biotecnología de la cartera agropecuaria, Martín Lema.

Adaptación

La corrección en las normas beneficia principalmente a instituciones nacionales que desde hace mucho vienen investigando cultivos como caña de azúcar, papa, remolacha azucarera, arroz, cárcamo, alfalfa y otros.

Es el caso del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), el Instituto de Agrobiotecnología Rosario (Indear) o la Estación Agrícola Experimental Obispo Colombres de Tucumán.

Esta última viene trabajando el uso de herbicidas para controlar malezas en la caña de azúcar. Su objetivo es llevarlo a áreas con menor disponibilidad de agua y así eliminar la competencia por el recurso hídrico. En este momento hay 340.000 hectáreas dedicadas a esta producción, pero se estima que tiene un techo de entre 4 y 7 millones. A esto hay que sumar que favorecería el aumento de la producción con destino a la elaboración de bioetanol.

En el caso de la papa, se busca la protección contra la infección de un virus (PVY) que causa agujeros en el tubérculo, lo que hace que el productor reciba menos por su producto a la hora de la comercialización. Dicha tecnología está siendo investigada desde los ’90 por la empresa Tecnoplant.

En definitiva, se trata de cambios que permiten un acceso a todos por igual de la biotecnología agroalimentaria. No es más que darle la oportunidad a que instituciones u organismos con menos recursos puedan presentar sus investigaciones teniendo las mismas posibilidades que las grandes. El beneficio no sólo será para el productor sino también para el país, que podrá ver incrementada su producción, y desde ya la oportunidad de exportar dicho descubrimiento.

Semillas para los pequeños

En el marco del debate abierto con el sector semillero para la compatibilización de intereses productivos y comerciales, el Ministerio de Agricultura se reunió con autoridades de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA).

En el encuentro, el responsable de la cartera agropecuaria, Carlos Casamiquela, remarcó que “la incorporación de conocimiento y tecnología es central en el avance de nuestro país, así que vamos a seguir apoyando esas políticas, enfatizando el acceso de las economías regionales y los pequeños agricultores familiares”.

Fuente: BAE