INTERNACIONAL

Gobierno brasileño reduce el control de capitales

El Gobierno brasileño redujo ayer el alcance de un impuesto a las transacciones financieras sobre los créditos extranjeros a empresas locales, en su última medida para proteger al mercado de crédito doméstico del impacto de las turbulencias financieras mundiales.

Sólo los préstamos extranjeros a corporaciones de hasta dos años estarán sujetos al pago del llamado impuesto IOF, que se mantuvo sin variaciones en un 6%, según un decreto presidencial publicado en el boletín oficial. Previamente, los préstamos de hasta cinco años pagaban el tributo.

La medida se conoce en momentos en que el Gobierno pretende reactivar a la economía en medio de la crisis de la zona euro, donde algunos naciones atraviesan por sus peores momentos financieros en décadas.

En las últimas semanas, bancos e inversores han cerrado el acceso a financiamiento a todas las empresas brasileñas salvo a las más solventes, justo cuando la actividad local se frena.

“Hemos determinado que el exceso (de liquidez) ha terminado y estamos abriendo la posibilidad de que los bancos y las compañías brasileñas vuelvan a pedir créditos en el exterior sin este impuesto”, dijo el ministro de Hacienda, Guido Mantega, a medios en Brasilia.

El ministro aseguró que la decisión tenía más que ver con los mercados de créditos que con los mercados de divisas, pero el real brasileño subía ligeramente por las expectativas de que el Gobierno pronto podría retirar otras medidas que introdujo el año pasado para frenar el exceso de flujos de dólar.

La moneda ha retrocedido un 20% frente al dólar desde finales de febrero, cuando los inversores comenzaron a elevar sus apuestas en contra de una solución a la crisis de deuda que se expandió desde Grecia a España e Italia. En lo que va del año, el real ha perdido un 11%.

“Esto viene en reacción a la elevada preocupación de las autoridades respecto a la economía global”, dijo Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs Group en Nueva York. “Además, los cambios anunciados indican que el Gobierno probablemente está cómodo con el tipo de cambio en un rango de entre 2 y 2,1 reales por dólar”, agregó. La decisión sobre el Impuesto sobre Operaciones Financieras (IOF) entra en vigencia de inmediato, pero es poco probable que tenga un impacto significativo sobre los flujos de divisas en el corto plazo, afirmó Tony Volpon, jefe de investigación de mercados emergentes en América para Nomura Securities.

Las empresas grandes y medianas enfrentan cada vez más dificultades para captar fondos en los mercados de crédito locales, por lo que deberían de beneficiarse de un alivio a las restricciones sobre el endeudamiento en el exterior.

La medida se anuncia luego de que el 23 de mayo se resolviera remover el impuesto IOF sobre la compra de instrumentos derivados por parte de los exportadores.

Un funcionario de Gobierno dijo que Brasil está considerando si bajar los impuestos a las posiciones cortas en dólares en derivados financieros y a compras de deuda local por extranjeros.

Fuente: Cronista.com