LABORAL
Gobierno confía que el congelamiento de precios bajará las expectativas en paritarias
El acuerdo de precios es el único plan de contención con que cuenta el Gobierno para la inminente ronda de negociaciones salariales. Sobre esa base, el Ejecutivo espera reducir la expectativa de incrementos, que en la mayoría de los gremios oscila e incluso supera el 30 por ciento. Mientras tanto, sindicalistas y funcionarios coinciden en no adelantar discusiones paritarias frente a la incertidumbre que ofrece el panorama económico del verano.
El acuerdo de "precios cuidados" entre el Gobierno, las grandes cadenas de supermercados y, desde esta semana, los comercios chinos, es visto con desconfianza por empresarios y sindicalistas opositores como Hugo Moyano y Luis Barrionuevo. En tanto que Antonio Caló, de la CGT oficialista, se mostró un poco más optimista incluso que sus pares de la central obrera, que en reserva plantean los mismos reparos que los de las vertientes disidentes.
Frente a las demandas porcentuales más altas anticipadas por dirigentes gremiales en los últimos años, en el Ministerio de Trabajo dejaron abierto un menú de opciones para el grueso de las paritarias, previsto para marzo: hasta esa fecha no se pondrán obstáculos a las negociaciones de sumas fijas o "puente" para dilatar el arranque formal de los debates. Incluso no descartaron la posibilidad de anticipar el llamado al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que suele reunirse a mitad de año una vez finalizada la ronda de paritarias.
Según pudo saber este diario, lo que no aceptará el Ejecutivo es fraccionar la negociación salarial, una modalidad que sólo aplica un puñado de gremios como el de mecánicos de la industria automotriz (Smata). Los funcionarios advierten que convalidar en todo el sector privado paritarias trimestrales o cuatrimestrales es un aliento indirecto para la inflación, vía aumento de precios por parte de empresarios que buscan cubrirse de la suba de sus costos salariales.
En la cartera que conduce el ministro Carlos Tomada admiten que la suba de los precios es el principal problema de la economía en los últimos meses, pero aclaran que las expectativas salariales al alza esbozadas por los gremialistas terminan por retroalimentar ese proceso.
En cambio, se avalarán convenios transitorios como los alcanzados en los casos de la Asociación Bancaria, con un monto de $ 2.200 pesos mensuales hasta marzo, y de los petroleros -primero los patagónicos y esta semana los de YPF-, con alrededor de $ 3.000 mensuales por igual período. En similares términos negocian los aceiteros.
En todos los casos se trata de gremios cuyos convenios salariales vencieron el 31 de diciembre y que cada año, en lugar de arrancar las paritarias en enero, resuelven pactar sumas fijas para diferir el inicio de las negociaciones formales hasta marzo, por lo menos. En las mismas condiciones se encuentra la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el sindicato de los colectiveros, con la única salvedad de que su secretario general, Roberto Fernández, mantiene una fuerte oposición al Gobierno.
Entre los funcionarios manejan una opción más, pero sólo en caso de que el acuerdo de precios no logre mitigar las expectativas en paritarias: el adelantamiento del Consejo del Salario para marcar una pauta orientativa. En Trabajo advierten sin embargo que la alternativa es riesgosa, ante la posibilidad de que el porcentual acordado termine por ser el piso y no el techo de las paritarias.
Fuente: Ámbito.com