Grecia elevó una nueva propuesta a la UE y dice que quiere seguir en el euro
A horas de que se reúnan los jefes de gobierno y Estado de los países del Eurogrupo, Grecia presentó ayer una nueva propuesta de reformas a sus acreedores internacionales con la esperanza de poder llegar a un acuerdo sobre el pago de su deuda antes de fin de mes y evitar así declarar un default y abandonar el euro.
“El primer ministro presentó a los tres líderes la propuesta griega para un acuerdo mutuamente beneficioso, que dé una solución definitiva y no un aplazamiento de la solución al problema”, informó la oficina del premier Alexis Tsipras.
El comunicado oficial explicó que el nuevo plan fue recibido por el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker; la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, y adelantó que Tsipras llegará hoy a Bélgica para participar de la cumbre de la eurozona.
Después de una semana de extrema tensión, cruces verbales y amenazas que terminaron con la masiva salida de depósitos de los bancos griegos y una lluvia de rumores apocalípticos, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, convocó una reunión de emergencia para los líderes de la eurozona para hoy en Bruselas.
En la agenda aparecerán muchos temas, pero sin duda la crisis griega y su posible salida del euro serán la protagonista de la discusión.
El nuevo plan de Tsipras mantiene un IVA escalonado en tres niveles –6,5%, 13% y 23%–, pero esta vez estaría dispuesto a cambiar la categoría impuesta sobre algunos alimentos y los hoteles para aumentar los ingresos fiscales, como piden sus acreedores –la CE, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)–.
En cuanto a las jubilaciones, el otro tema que divide aguas en la mesa de negociación, el gobierno griego estudiaría abolir las jubilaciones anticipadas a partir del próximo año, lo que ahorraría unos 200 millones de euros, así como reducir las jubilaciones complementarias más elevadas.
No obstante, Tsipras sigue negándose a reducir todas las jubilaciones, ya que sostiene que desde el estallido de la crisis en 2009 y con el aumento ininterrumpido del desempleo ese “salario” de los abuelos se convirtió en la única fuente de ingresos para muchas familias griegas.
Mientras que los acreedores piden un ajuste de un 1% del PBI este año, una cifra que los economistas sostienen que es imposible, Atenas sólo se comprometió hasta el momento a achicar un 0,04 por ciento.
En tanto, las instituciones acreedoras de Grecia aceleraron ayer sus contactos ante el Eurogrupo y la cumbre de hoy para tratar de llegar a un acuerdo con el gobierno griego.
Los representantes de la CE, el el FMI y el BCE se reunieron para negociar sobre una solución para Grecia, aunque fuentes diplomáticas aseguraron que este encuentro “sólo puede ser productivo” si Atenas les remite una nueva propuesta.
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, insistió en que Grecia debe atenerse a unas “reglas del juego” que son “compartidas” por todos los socios del Eurogrupo, y expresó su convicción de que el país sólo superará su crisis si implementa las reformas comprometidas.
Asimismo, con la mirada puesta en la fecha límite del 30 de junio, el FMI está muy atento a que Grecia pueda saldar un pago pendiente de 1.600 millones de euros. En caso contrario, la directora del organismo multilateral, Christine Lagarde, advirtió que no concederá un “período de gracia” si, al vencimiento del plazo, el gobierno heleno no cumple con su obligación.
Manifestación a favor del gobierno
Miles de griegos se manifestaron en el centro de Atenas para apoyar al gobierno en las negociaciones con las instituciones y exigir el fin de las políticas de austeridad.
“Fin de la austeridad”, “Sí a la salida de Europa”, “No queremos un nuevo rescate” fueron algunas de las pancartas que se pudieron leer.
Los posibles escenarios económicos de la negociación
Grecia se prepara para las posibles consecuencias económicas que pueden darse si no hay un acuerdo con los socios, lo que incluye la salida del euro, un escenario que la población afronta con preocupación.
Sin acuerdo, probablemente Grecia no podrá pagar los vencimientos del FMI por un total de 1.600 millones de euros, como tampoco los 6.700 millones de euros que debe devolver al BCE en julio y agosto.
Tras declarar el impago, el BCE limitaría el acceso al mecanismo de asistencia (ELA) a la banca, una de sus pocas fuentes de liquidez que la institución monetaria europea ha aumentado en dos ocasiones esta semana hasta unos 87.000 millones de euros.
A su vez, esto conllevará la imposición de un control de capitales para evitar mayores sangrías en los depósitos, lo que, según los analistas, podría llevar a un corralito.
En ese caso, el gobierno podría estar obligado a emitir pagarés para poder abonar sus salarios a los trabajadores del Estado y a los jubilados; y, a medio plazo, si no se alcanza un acuerdo, introducir una nueva moneda fuertemente devaluada respecto del euro.
La consecuencia final podría ser la salida de Grecia del euro, un hecho sin precedentes en la eurozona. La salida de Grecia llevaría, a mediano plazo, a una salida del país de la Unión Europea.
Fuente: Diario BAE