Hollywood busca que se promulgue un paquete de incentivos fiscales por u$s 400 millones

Uno de los lugares comunes más frecuentes cuando se habla en contra de subsidiar el cine es utilizar como ejemplo de industria que funciona sin subsidios a la cinematografía de Hollywood, la de la India o la japonesa. Son además las tres con mayor producción: la de la India abastece casi exclusivamente a su mercado interno (que es gigante y además va mucho al cine), y tanto la de Hollywood –de manera global– como la de Japón –en Asia y Oceanía– obtienen beneficios gracias a la exportación de películas. Y si bien es cierto que no hay programas federales de subsidios del mismo modo en que existen en la mayoría de los países europeos y latinoamericanos, es falso decir que el cine de Hollywood no está subsidiado. Justamente una de las mayores controversias que se presentan durante este año es la exigencia de los productores de cine y televisión del estado de California para que se incrementen los incentivos fiscales a la industria audiovisual. En la última semana, 34 legisladores de California (casi todos demócratas más un republicano) enviaron una carta al gobernador del Estado (que es, además, la segunda economía de los Estados Unidos) Jerry Brown para que promulgue y reglamente el nuevo paquete de incentivos fiscales, que se elevarían a u$s400 millones de dólares según información difundida ayer por Variety.

¿Subsidios? Los Estados Unidos no tiene un instituto de cine como sí existe en la Argentina, España y Francia, pero cada uno de los Estados y las ciudades del país tienen herramientas para promover la actividad cinematográfica y televisiva en sus territorios. En general, se trata de incentivos fiscales, lo que implica que parte de los impuestos que deben pagar los productores –sobre todo las cargas laborales– corren por cuenta del Estado. Es decir: el cine de Hollywood está subsidiado tanto como el cine de cualquier otro país (hay incentivos similares también en Japón). La otra fuente de subsidios corresponde a las film commisions, oficinas estaduales que facilitan a los productores todos los trámites necesarios para rodar en sus calles. Eso también implica un gasto que se ahorran los productores y un subsidio indirecto.

Por otro lado, muchos de los filmes de gran presupuesto realizados dentro del sistema de estudios de Hollywood suelen ser al mismo tiempo coproducciones con productores de otros países. Y nuevamente aparece la cuestión del subsidio, porque algunos productores reciben incentivos en sus propios territorios.

¿Por qué los productores requieren más dinero? El problema es complejo. Con el crecimiento de la cultura digital, Hollywood continuó ganando con la importación y difusión saturante de grandes espectáculos que cuestan cada vez más caros. El problema es que, en ese esquema, todo es apostar a un solo título, y si no funciona como corresponde, puede implicar una gran pérdida para los productores. En la televisión se apostó también por la gran producción y por una serialización más compleja que se adapta a las nuevas necesidades de visionado, especialmente para el on demand.

Finalmente, la difusión de la televisión en alta resolución también requiere un gasto tecnológico mayor. También actúa como factor para el pedido de mayores ayudas estaduales –que siempre existieron– el efecto de arrastre que implica la negociación de paritarias para actores y guionistas que tuvieron lugar en el último año. Esas paritarias implicaron subir las ganancias de los trabajadores de la industria respecto de la difusión por redes digitales. Aunque las empresas manejan una enorme cantidad de dinero, también pagan mucho en impuestos y cargas laborales. El incentivo que se pide implica recortar una enorme carga para los productores. Y para el Estado implica que continúe esa actividad que es la tercera industria en ese territorio.

El incentivo ya ha sido aprobado por los legisladores pero el gobernador Brown aún no lo ha promulgado. La cifra permitiría absorber los reajustes salariales de las nuevas paritarias y continuar desarrollando la industria de la exportación de contenidos, que es la que distingue absolutamente a Hollywood.

Fuente: Diario BAE