La CGT oficialista reclamará bono salarial de fin de año

La CGT oficialista hará un último intento por obtener una concesión del Gobierno: pedirá un adicional salarial de fin de año para todos los trabajadores de entre 3.000 y 6.000 pesos para compensar la licuación de ingresos por la inflación acumulada y el peso del Impuesto a las Ganancias en los casos de los sueldos más altos.

El planteo forma parte de las últimas deliberaciones de la central sindical que lidera Antonio Caló, quien lo comentó con un reducido grupo de dirigentes. La referencia inmediata son los reclamos ya iniciados por algunos gremios, incluso alineados con el Ejecutivo, como la Asociación Bancaria y el de Luz y Fuerza. Al mismo tiempo, el pedido apunta a capturar una bandera del sindicalismo disidente.

Caló y la CGT más afín al Gobierno atravesaron un segundo semestre del año de letargo y constante indiferencia por parte de los funcionarios. Apenas hubo margen para atender las demandas por aumento de fondos para las obras sociales sindicales, pero ninguna respuesta a los planteos por Ganancias o incluso reapertura de paritarias.

Sólo el debate exprés en el Consejo del Salario, que también cerró con una suba a gusto de Cristina de Kirchner, sacó de la inmovilidad a los dirigentes oficialistas. Por lo demás, el parate en la economía los obligó a ocuparse del deterioro en las condiciones del mercado laboral de los últimos meses, como sucedió con las suspensiones y el goteo de despidos en varios sectores de la industria.

Mientras tanto, creció en las bases de los sindicatos una exigencia por la pérdida constante de poder adquisitivo. Los de ingresos bajos y medios, por efectos de la inflación que superó todas las pautas paritarias de este año. Y en las escalas más altas, que ya estaban alcanzadas por Ganancias en 2013, por el mayor peso de ese gravamen en las retenciones de este año.

A falta de un respaldo institucional a nivel de centrales obreras, La Bancaria tiró la primera piedra hace ya varios meses. Realizó paros nacionales y numerosas movilizaciones con la bandera de una compensación por Ganancias, y el jueves que viene volverá a marchar al Congreso bajo la misma consigna. Al gremio que lidera Sergio Palazzo se le sumó esta semana Luz y Fuerza, que renovó su conducción nacional y arrancó con el planteo a las empresas del sector -generadoras y distribuidoras de energía- de un bonus de fin de año de 5.000 pesos, como adelantó este diario.

Guillermo Moser, nuevo jefe nacional del sindicato energético tras la muerte el año pasado de Oscar Lescano, les confirmó a sus dirigentes que iniciará gestiones para sostener el pedido y que la semana que viene lo expondrá ante el ministro de Planificación, Julio De Vido.

El adicional de fin de año caló hondo, sobre todo, en el sindicalismo opositor. Gremios de la CGT de Hugo Moyano, como los panaderos, ya les hicieron saber a los empresarios de esa iniciativa. De la misma manera lo harán los de la CGT Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo.

Pero también hay reclamos entre gremios no alineados a una central, como el de la Alimentación. Rodolfo Daer, líder de la filial porteña de esa organización, le confirmó a este diario que comenzó los contactos con las empresas de la actividad para la obtención de un bono "que en algunos casos podrá ser de $ 600 y en otros, de 3.000 pesos, como sucedió en cada uno de los últimos fines de año".

La campaña por el adicional de fin de año que se apresta a encarar Caló amaga con ser el primer gesto de independencia de su CGT respecto del Gobierno. Y es consistente con los contactos entre miembros de esa central y Moyano para empezar a desandar el camino de la reunificación en el período previo a las elecciones del año que viene.

Ayer el metalúrgico le dedicó flores a Moyano en un acto en Avellaneda. Felicitó la decisión del camionero de postergar sin fecha un nuevo paro, y volvió a hablar de la meneada unidad sindical.

Fuente: Ambito.com