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La Fed avanza con el recorte de su programa masivo de compra de bonos

Los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos deberían continuar esta semana recortando su programa masivo de compra de bonos, pero bajo la superficie de una probable decisión unánime surge una Fed profundamente dividida que lucha por abonar el camino para decisiones más difíciles en el futuro.

La presidenta de la Fed, Janet Yellen, sugirió hace dos semanas la amplia agenda del banco central estadounidense cuando expuso los tres grandes temas que los funcionarios deberían seguir: el nivel de holgura en el mercado laboral, determinar si la inflación se acelera hacia la meta del 2% de la Fed y los factores que podrían descarrilar la recuperación económica.

“Virajes y distorsiones imprevistas podrían obligar a la Fed a desviarse de su plan preconcebido de poner fin a las compras de activos más adelante este año y subir las tasas de interés en el 2015”, dijo.

Yellen y sus colegas debaten qué tipo de condiciones económicas definirían el escenario para un alza de tasas de interés, si la Fed debería comenzar a permitir que disminuya su hoja de balance antes o después de que actúe para aumentar el costo del préstamo y si debería responder a la posibilidad de burbujas de activos en algunos mercados.

Funcionarios de la Fed, que se reunirán hoy, mantienen grandes desacuerdos en torno a las respuestas para estos temas y, consecuentemente, sobre el mejor plan a largo plazo para subir las tasas de interés.

Pero a diferencia de sus colegas del Banco Central Europeo, que enfrentan la amenaza de deflación, los banqueros de la Fed están bajo una presión menor para modificar rápidamente su política monetaria.

“Dudamos que salgan grandes cambios del comunicado de política monetaria de la Fed”. dijo Annalisa Piazza, estratega de renta fija con Newedge.

El comunicado, que será divulgado al cierre del encuentro de hoy, no será acompañado de nuevas proyecciones económicas o de una conferencia de prensa, algo que se programa solo trimestralmente.

Datos recientes han confirmado ampliamente la presunción de la Fed de que una reciente desaceleración de la economía fue producto de un inusual severo invierno.

Además, con los rendimientos de los bonos del Tesoro en baja y los precios de los acciones subiendo desde que la Fed comenzó a recortar en enero sus compras de activos, las condiciones del mercado no son amenazantes para bloquear el impulso de la economía.

La relativa estabilidad permite apostar fácilmente a que la Fed recortará sus compras mensuales de bonos en u$s 10.000 millones por cuarta reunión consecutiva.

Esto bajaría las compras a u$s 45.000 millones y colocaría a la Fed a mitad de camino de su plan de terminar su programa de alivio cuantitativo a fines de este año.

Subir las tasas

En el último encuentro de política monetaria en marzo, todos excepto un funcionario respaldaron un nuevo compromiso para mantener las tasas cerca de cero por un “tiempo considerable” tras terminar las compras de bonos. El único que se opuso, el presidente de la Fed de Minneapolis, Narayana Kocherlakota, ya ha dado señales de que cederá en su oposición. Desde entonces, un puñado de funcionarios han sugerido que la Fed debería ser más específica sobre el momento en que subiría las tasas de interés. El presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, ha lanzado la idea de mantener las tasas cerca de cero hasta que la economía se encuentre a un año de alcanzar el pleno empleo y una inflación del 2%.

Richard Fisher, jefe de la Fed de Dallas, criticó la idea: “Es una cuestión de percepción”, comentó a los periodistas en Austin.

“No creo que uno pueda poner un marco de tiempo específico a esto. Y desearía que pudiéramos hacerlo, pero no creo que eso sea una política monetaria responsable”, agregó.

Fuente: Cronista.com