La Legislatura porteña aprobó el traspaso de la Policía Federal

La Legislatura porteña aprobó en una sesión extraordinaria el convenio de traspaso de la Policía Federal a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires con el apoyo de aliados y la abstención del kirchnerismo.

El convenio, firmado el pasado 5 de enero por el presidente Mauricio Macri y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, dispone el pase de alrededor de 20 mil efectivos de la Federal a la Ciudad, para unificar esa fuerza con los 6 mil oficiales de la Policía Metropolitana.

El PRO logró aprobar el proyecto de ley que convalida el traspaso con 39 votos a favor, 3 en contra y 11 abstenciones, por parte del Frente para la Victoria: dieron el sí 28 legisladores propios más los de la Coalición Cívica-ARI, el Partido Socialista y Suma+ (que responde al embajador en Estados Unidos, Martín Lousteau), entre otros.

Los 11 legisladores de la bancada kirchnerista, en tanto, optaron por abstenerse mientras que los únicos votos negativos correspondieron dos al interbloque del Frente de Izquierda y uno a Autodeterminación y Libertad (AyL).

Con la misma cantidad de votos, la Legislatura aprobó otro proyecto de ley mediante el cual se autoriza al Poder Ejecutivo a "realizar las ampliaciones y reasignaciones presupuestarias que resulten necesarias a efectos de la implementación" del convenio.

Este fue uno de los puntos más discutidos por la oposición, dado que el convenio establece que durante la etapa de transición la Nación continuará prestando funciones como la liquidación de haberes y compra de insumos.

Durante el debate, que se extendió durante poco más de tres horas, el jefe del bloque del PRO, Francisco Quintana, defendió el convenio al señalar que "el traspaso viene a resolver una de las deudas más significativas ante la incompleta autonomía porteña".

"Más que una promesa de campaña, hoy sobresale una decisión política que va a permitir una mejor coordinación" en materia de seguridad, aseguró el presidente de la bancada oficialista durante el cierre de la sesión.

El presidente del bloque del Frente para la Victoria, Carlos Tomada, señaló a su turno que el kirchnerismo "reconoce la necesidad de comenzar a discutir este reclamo histórico pero lo que se está debatiendo es una carta de intención plena de interrogantes".

"No sabemos por cuánto tiempo puede prorrogarse la etapa de transición, no sabemos cuál es la expectativa en materia de fuerzas de seguridad ni el procedimiento para mantener la remuneración, no sabemos si en la etapa de transición la Policía Federal podrá seguir haciendo adicionales", explicó.

Al justificar la abstención de su bloque, Tomada señalo que "no" quieren "firmarle un cheque en blanco" al oficialismo y, luego de advertir sobre un presunto intento de "criminalizar la protesta social", consideró "inoportuno en el actual contexto tratar el traspaso".

En cambio, la legisladora de la Coalición Cívica Paula Oliveto Lago justificó el apoyo de su bloque al PRO al señalar que el traspaso de la Policía Federal es "el primer paso hacia la estructuración institucional definitiva del Estado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".

El socialista Roy Cortina agregó: "Renegar de lo que siempre hemos pedido y lo que siempre hemos entendido que debe ser la autonomía de la Ciudad y negarnos a que el poder político de la Ciudad pueda administrar la seguridad pública con plenitud, sería desdecirnos de lo que dijimos en campaña y de lo que pensamos realmente".

La legisladora Graciela Ocaña, de Confianza Pública, también acompañó al PRO en la votación tras destacar "la voluntad política del actual Presidente" y sostuvo que "el convenio seguramente tiene deficiencias, pero también es el convenio posible".

Entre los más críticos de la iniciativa estuvo Marcelo Ramal, del Frente de Izquierda, quien recordó los tiempos en que el exministro de Justicia de la Nación, Aníbal Fernández, manejaba la Policía Federal y disparó: "Señores del PRO, los felicito. Ustedes, los grandes detractores de Aníbal Fernández, le pasan a la Ciudad la policía de Aníbal Fernández.

El convenio aprobado por la Legislatura luego de años de enfrentamientos entre la Casa Rosada y la Ciudad, establece que la Nación transfiere la Policía Federal "con la totalidad del personal, organismos, funciones, competencias, servicios y bienes, tanto materiales como inmateriales".

Prevé también una "etapa de transición" de un año para que se "ejecute de manera gradual la transferencia", a la que le seguirá una "etapa de consolidación", aunque establece que ese plazo puede ser prorrogado, sin dar mayores precisiones al respecto.

Además, señala que durante la etapa de transición "conserva la Nación a su cargo la liquidación de haberes, la concesión de licencias, el trámite de legajos de los agentes, gestión de compras y contrataciones".

Fuente: Ambito.com