La UE analizará cómo agilizar la distribución de los refugiados entre los países del bloque

Los ministros europeos de Interior celebrarán hoy un nuevo encuentro extraordinario ante el agravamiento de la crisis de refugiados, en el que estudiarán cómo agilizar la reubicación de demandantes de asilo y cómo trasladar al terreno operativo la respuesta europea acordada hasta la fecha.

Los Veintiocho se comprometieron a acoger en los próximos dos años a 160.000 refugiados procedentes principalmente de los centros de recepción de Grecia e Italia, pero por el momento sólo 135 personas fueron trasladadas desde allí hasta Finlandia, Francia, Suecia y Luxemburgo.

Esta proporción queda lejos de las casi 6.700 personas que deberían ser reubicadas mensualmente durante dos años para poder cumplir el objetivo.

Hasta ahora sólo catorce Estados miembros manifestaron estar preparados para empezar a recibir de inmediato refugiados, y ofrecieron un total de 3.546 plazas ya disponibles, muy por debajo de las 160.000 que se necesitan.

La presidencia luxemburguesa de turno de la UE quiere lograr hoy que las delegaciones nacionales se comprometan a comunicar a más tardar a mediados de noviembre su capacidad inmediata de acogida de refugiados.

Los ministros también discutirán qué hacer con los inmigrantes que no quieren ser identificados a su llegada a territorio comunitario por miedo a que los trasladen a un país de la UE al que no quieren ir, uno de los principales problemas que dicen encontrar los Estados miembros de entrada.

“Sin registro, no hay derechos”, recalcó el presidente del CE, Jean-Claude Juncker.

Pero la realidad es más complicada que eso, reconocen fuentes comunitarias.

Por un lado, los Estados miembros deben respetar el derecho de los refugiados llamado “principio de no devolución”, que impide devolver a una persona a un país donde su vida o su libertad peligren.

Por otro, no se puede tratar de la misma manera a un potencial refugiado que a un inmigrante irregular, por lo que insistir en la identificación es clave para distinguirlos.

Familias separadas: otro desgarro dentro del drama

Una familia afgana necesitan casi un mes para huir hacia Europa. Hasta la frontera austríaca logra permanecer unida, pero ahí, miles de personas intentan desesperadamente subir a uno de los autobuses que los llevarán al destino esperado, la vecina Alemania.

Y justamente en medio de ese caos sucede: de los seis integrantes sólo cuatro siguen juntos, cuenta Ali Ghazni, de 34 años, sentado en un catre de un alojamiento de refugiados en Passau. En la ciudad alemana también están su esposa, su hija de cuatro meses y su sobrina Rehana, de 8 años. Pero no están los padres de Rehana, que se perdieron en la multitud, relata Ghazni en un pobre inglés.

Las huidas provocan a menudo situaciones desgarradoras para muchas familias.

“Sucede siempre y en todas partes”, apunta Günter Burkhardt, el director de la organización de ayuda al refugiado Pro Asyl. Las separaciones familiares son un “problema real”.

Un problema que ya comienza en el viaje en barco de Turquía a Grecia. El barco se hunde, una parte de la familia es rescatada y regresa a Turquía y otra parte logra llegar a Grecia, indica.

Estas personas, en su mayoría sin ninguna pertenencia, pierden además a seres queridos. Cada vez con mayor frecuencia hay niños que viajan solos y son trasladados a centros para menores.

Rehana tenía mucho miedo de no ver más a sus padres, manifiesta Ghazni. “Ella extraña a su madre y su padre”, aclara el tío.

Durante tres días, no sabían si los padres de la pequeña habían llegado a Alemania. Pero luego, Ghazni logró comunicarse con su cuñada a través de Internet. Y entonces supo que la madre Rehana se encontraba en Halberstadt. La ciudad en el estado de Sajonia Anhalt tiene 40.000 habitantes y allí se han instalado un centro de acogida para los refugiados.

Los padres de la niña esperan ahora que su hija se una a ellos junto con su tíos.

Internet es para muchos la mayor oportunidad de reencontrarse con su familias. En caso de que los afectados no logren encontrar a sus allegados, el servicio de búsquedas de la Cruz Roja alemana (DRK) ofrece la posibilidad de restablecer el contacto entre las personas que han sido separadas por los conflictos.

El proyecto Trace de Face (Encontrar el Rostro), creado en 2013, está destinado a familias que han perdido el contacto con alguno de sus miembros en camino o en algún lugar en Europa. En la página web se pueden publicar fotos de personas que buscan a familiares para poder restablecer el contacto.

En 2014 se lograron contactar en 74 casos en Alemania, y este año ya se registraron 114 reencuentros.

Fuente: Diario BAE