ECONOMÍA
La corrección de la inflación no blanquea las cifras reales de pobreza e indigencia
Los intentos del Gobierno por corregir el índice de inflación de enero y mostrar un valor más creíble no se traducirá, sin embargo, en un blanqueo de los números de pobreza e indigencia, que permanecerán subvaluados si no se reconoce la suba de precios real de los últimos siete años. Con el índice viejo (IPC), en diciembre pasado el Indec difundió un valor mensual de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) –que mide la indigencia– de $ 787,3. Es decir que para no ser indigente, según el Gobierno, una familia tipo debía ganar por lo menos ese monto por mes. Con la suba de precios de 3,7% y de 3,3% en los alimentos reflejada en enero por el nuevo IPCNu, el monto para que una familia cubra sus necesidades alimentarias apenas subió a $ 813,3, lo que implica que una familia de cuatro miembros puede alimentarse con sólo $ 27 por día y un adulto requiere de $ 8,8 diarios.
Con respecto a la Canasta Básica Total (CBT), que incluye los bienes y servicios que una familia necesita para no ser considerada pobre, el valor actualizado a enero, según el nuevo índice, asciende a $ 1.849, de lo que se desprende que para el Indec un grupo de dos adultos y dos menores puede satisfacer todas sus necesidades básicas (alimentos, indumentaria, vivienda, transporte, educación) con $ 61,7 por día, a la vez que un adulto necesita $ 20 diarios, de acuerdo con los cálculos realizados por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) que dirige el diputado Claudio Lozano. Se trata de un ejercicio realizado por el instituto, ya que el Indec dejó de difundir la semana pasada los valores de las canastas, pese a que habitualmente se informaban en simultáneo con el índice de precios. Trascendió que como los dos índices abarcan universos diferentes (el anterior sólo el área metropolitana y el nuevo, los principales centros urbanos del país), los datos de indigencia e pobreza de diciembre pasado no pueden ser actualizados con la información de enero. Pero no hubo información oficial al respecto.
“De no recalcularse las canastas a fin de corregir definitivamente la distorsión acumulada durante siete años de manipulación de las estadísticas de precios, las mismas continuarán estando muy por debajo de los valores reales, lo cual implica nada menos que ocultar la situación de pobreza e indigencia que atraviesan una gran cantidad de hogares en nuestro país”, consideró el instituto. “En términos de tendencia, el Gobierno asumirá más pobres, pero en términos absolutos no cambia demasiado”, agregó Lozano.
Si se considera la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH), correspondiente al segundo trimestre de 2013, se desprende que aplicando las canastas actualizadas, la pobreza ronda apenas el 4,9% según el Indec –2 millones de personas–, en tanto que la indigencia afecta al 1,2% de la población, que representan 482.000 personas.
Pero una estimación más realista, que surge no sólo de aplicar una pauta de inflación alternativa desde 2007 sino también de una actualización del patrón de consumo en el cual se basan las canastas, fija la CBT alcanza los $ 6.063 mensuales, es decir, $ 4.213,7 por encima de la canasta oficial (227,8% superior). “Dicho de otra manera, una familia en realidad necesita $ 202 diarios para superar la situación de pobreza, más de tres veces lo que dice el Indec”, considera el informe del IPyPP.
Fuente: Cronista.com