INTERNACIONAL
La crisis económica obliga a la OTAN a encarar un plan de reorganización financiera
Los países de la OTAN acordaron emprender un proceso de reorganización a fondo para mejorar la gestión y reducir costos ante el recorte del gasto militar que está causando la crisis económica en muchos de sus miembros.
Se trata de una auténtica cura de adelgazamiento, que incluirá el recorte de algunos de los cuarteles y agencias que la Alianza Atlántica tiene distribuidos en varios de sus países miembros, así como una reestructuración de las inversiones propias de la OTAN.
"Hay una enorme presión" financiera, ya que muchos países "han reducido el gasto público, algunos profundamente, y otros lo harán en el futuro", afirmó el secretario general, el danés Anders Fogh Rasmussen, quien reconoció que esta cuestión marcará a la Alianza en los próximos años.
Rasmussen dijo que en la primera discusión que mantuvo con los ministros de Defensa de la OTAN, que iniciaron una reunión de dos días, hubo un "sentimiento común" acerca de que "hay que quitar grasa pero no músculo".
En este sentido, recalcó que la Alianza debe mantener la capacidad para disuadir ante posibles ataques y tener una capacidad operativa, a fin de "no sacrificar la seguridad", centrando las inversiones en las principales prioridades.
El secretario general presentó a los ministros un primer conjunto de medidas, que incluyen la reducción de tres cuartas partes de los comités internos de la organización.
Además, se van a aplazar o anular algunos proyectos de infraestructuras, lo que podría suponer unos 1.500 millones de euros en el presupuesto militar de la OTAN para el periodo de 2011-2015, entre ahorros y retraso en el desembolso.
Estos ahorros eran necesarios ante la pérdida de control del déficit en el presupuesto militar de la Alianza, que para 2010 está calculado en unos 450-470 millones de euros (sobre un presupuesto inicial de 650 millones) debido al fuerte aumento de gastos debidos a las operaciones, especialmente la de Afganistán.
Los ministros debatirán en la cena de trabajo, por primera vez, la reducción de la estructura de la organización a través del recorte del número de cuarteles y agencias de la OTAN, algo muy delicado ya que los países querrán evitar cierres en sus zonas.
Rasmussen aseguró que no está "asustado" para afrontar esas resistencias nacionales, e insistió en que "hay un acuerdo general en que tenemos que modernizar" la OTAN.
Las ideas iniciales sobre recortes se referían a la eliminación de seis de los doce cuarteles de la organización, aunque las autoridades militares señalaron rápidamente su desacuerdo, según indicaron fuentes diplomáticas.
También se quieren recortar las actuales 14 agencias que tiene la organización, y el boceto inicial prevé concentrarlas en tres grupos.
La OTAN ya ha tenido otros intentos de reorganización, pero ahora cree que las circunstancias creadas por la crisis económica harán el recorte de la estructura más fácil de aceptar por sus socios.
Rasmussen recalcó que otra herramienta para afrontar los menores gastos de defensa debe ser el aumento de la cooperación entre varios países para realizar proyectos comunes.
"Debemos hacer juntos lo que no podemos pagar individualmente", remachó. (Ambito.com)