La mayoría de las farmacias porteñas ya no financia la venta de medicamentos

En la mayoría de las más de 1.800 farmacias de la Ciudad de Buenos Aires no están vendiendo con tarjetas de crédito y más aún cuando el medicamento tienen descuentos de las obras sociales o las prepagas.

La principal excusa que esgrimieron los comercios a la hora de tomar esta medida ortodoxa en su política comercial es que necesitan liquidez para no perder entre la venta de un producto y su reposición.

Aunque no existe una orden de parte de la Confederación Farmacéutica Argentina (Cofa), su adopción se justifica a la ventana que existe entre que se vende el medicamento y el plazo en el que cobra los descuentos.

“Estamos viviendo un momento de bastante incertidumbre económica, las obras sociales y prepagas se están atrasando por encima de los 60 días, y el farmacéutico tiene un plazo de 28 días para pagarle a las droguerías”, explicó Mario Castelli, presidente de la Cofa. “Esta conjunción hizo que las farmacias traten de tomar medidas de precaución reduciendo las bonificaciones y, donde más rápido se ven los resultados es en las tarjetas”, agregó Castelli.

Desde la entidad aseguraron que “todas” las obras sociales y prepagas presentan atrasos. “Salvo Pami y a Osde que están bastante al día pero, por ejemplo, a Osecac paga a los 120 días”, explicó a El Cronista.

“Esto que sucede es absolutamente lógico, nadie quiere vender menos y cada farmacia aplica las políticas que más le convenga”, agregó Castelli.

En este escenario decidieron mantener las cuotas cuando el medicamento no tiene ningún descuento y el costo es absorbido en su totalidad por el cliente.

Aunque la modalidad está bastante extendida en los comercios del rubro, las empresas de tarjetas de crédito consultadas por este diario aseguraron que no tuvieron ninguna comunicación por parte de las farmacias.

Según estimaciones de la Confederación, las farmacias de Capital facturan alrededor de u$s 500 millones al año (el 10% de los u$s 5.000 millones que mueve toda la industria en el país). Del total de las ventas, el 70% (u$s 350 millones) son con descuentos de prepagas y obras sociales y el 30% restantes (u$s 150 millones) son operaciones sin ningún tipo de cobertura.

Marcelo Peretta, secretario general del Colegio de Farmacéuticos, dijo que se tomó esta decisión porque la inflación complica “el giro” de las farmacias. “El remedio que se llevan hay que reponerlo en el día y sin liquidez no se puede”, explicó. “Todo dependen de la estructura del negocio, si es un cadena, seguramente va a tener espaldas para soportarlo, pero una farmacia chica paga el medicamento a la droguería y lo va a recibir con 30 días de diferencia, por lo que ahí se complica”, explicó.

El titular del sindicato aseguró que esta medida se replica en las principales ciudades del interior del país, y afirmó que continuará esta situación: “las farmacias seguirán sin aceptar las cuotas cuando se comparte el pago con las coberturas médicas”. (ELCRONISTA.COM)