Las empresas planean menos inversión para 2015

Si bien comenzó este año con alguna esperanza, por la resolución de los problemas en el frente externo como la deuda con el Club de París o la compensación a Repsol, el reciente default forzado por el juez neoyorquino Thomas Griesa lo complicó. Tal es el interrogante por la consecuencia del no pago a bonistas que entraron al canje que cada vez son más los empresarios dispuestos a aportar dinero y sumarse a la propuesta encabezada por bancos extranjeros de comprar el total o parte de la deuda a los fondos buitre. Empresas como Aeropuertos Argentina 2000 y Chevron comenzaron las rondas entre empresarios.

Los empresarios están dispuestos a colaborar porque los costos de esta situación ya los están empezando a sentir. Las compañías vinculadas al comercio exterior se quejan de que desde que la Argentina entró en default hubo un freno a la financiación de importaciones y a la prefinanciación de exportaciones.

Sin embargo, lo que más sigue preocupando a los empresarios son los problemas domésticos. Según la tradicional encuesta de Idea, más de la mitad de los hombres de negocios prevé un panorama sombrío para el segundo semestre con una caída en las ventas, en la rentabilidad y vislumbran otro recorte a los ya magros planes de inversión de cara al año próximo.

En el sondeo, del cual participan más de 200 ejecutivos de primera línea, muestra que para un 58% de los consultados el primer semestre del año estuvo por debajo de lo esperado en lo económico y eso afectó la visión de los meses venideros. De hecho, para el 86% la economía se mantendrá estancada o caerá mostrando una percepción baja comparada a la de la crisis internacional de 2009.

Respecto de cuatro factores clave de las empresas como exportaciones, inversión, ventas y empleo puede verse que la tendencia positiva que se mostraba a fines de 2013 no tiene relación con las expectativas actuales. Uno de los puntos centrales del informe es que la rentabilidad está claramente en un proceso de baja pronunciada.

El 54% de los consultados cree que caerán sus ganancias en la segunda mitad del año. En cuanto a las ventas, se nota una gran disparidad. Mientras el 29% de las empresas consultadas cree que crecerán, para el 38% se observa una disminución. Esa retracción se vislumbra en los porcentajes de tasa de operación a la que están trabajando las empresas. La mayor parte de las compañías hoy lo hace entre el 71% y el 85% de su capacidad, siendo los rubros de servicios los que tienen mayor capacidad ociosa.

Todo el panorama decreciente que se vislumbra para el segundo semestre impacta de lleno en las expectativas de inversión al menos para el arranque del año próximo, más teniendo en cuenta la menor oferta de créditos productivos que se prevén por el default. Si bien es sabido que la inversión viene en un proceso de decrecimiento constante en el último lustro, la expectativa es aún más baja para 2015. En promedio las empresas esperan un nivel de inversión cercano al 9%. Ni siquiera la expectativa de un cambio de gobierno hace hoy mejorarlas, al menos para el comienzo del año venidero.

Al momento de elegir en dónde invertir, la mayor parte de ellas irá hacia el "soft" y, en este campo, el desarrollo de nuevos productos, la capacitación y la búsqueda de nuevos mercados están a la cabeza. En tanto, respecto de las inversiones "hard", el equipamiento informático sigue liderando, seguido por la incorporación de maquinaria y las obras civiles.

Entre las medidas que los empresarios creen centrales para que se mejore el clima de inversión, al tope sigue la eliminación de impuestos distorsivos, seguido por la estabilidad en las reglas de juego y el acceso a un financiamiento lógico y a largo plazo. Sin embargo, un factor que se sumó este año es que las empresas ven muy importante también la necesidad de cerrar la negociación con los holdouts.

El empleo es otro punto a seguir en los próximos meses. En los últimos se multiplicaron en diversos sectores principalmente las suspensiones de trabajadores. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, admitió que "ya no se vive el mismo nivel de crecimiento de empleo que otros años". Para los ejecutivos, es fundamental generar incentivos fiscales para que el empleo vuelva a retomar la senda de crecimiento. Además, plantean como trascendente un cambio en las condiciones de contratación como la revisión de política de primer empleo. Justamente, este punto es uno de los que el Gobierno entiende como central y acaba de anunciar un plan para incentivar a las empresas a que tomen empleados jóvenes.

Al respecto el último informe de julio de Tendencias Económicas, que dirige el economista José Luis Blanco, indica que se ha producido un "pronunciado aumento de la conflictividad laboral en julio con un "fuerte incremento de las huelgas" .

Asimismo indica que las ramas afectadas por paros son de las más diversas, como ser minería, papel, alimentos, transporte, salud, metalúrgica, neumáticos, petroleros, hasta el sector de recibidores de granos y textil. Esta situación de conflicto también se observa en las administraciones públicas provinciales, aduana, auxiliares docentes, Conadu, docentes, municipios, Registro de las Personas de la Provincia de Buenos Aires y salud, consigna el trabajo.

A juicio del economista Blanco, "los despidos se incrementaron 7 veces frente a julio de 2013, sobresaliendo los registrados en el sector metalúrgico", aunque también afectó a las clínicas privadas, concesionarios de autos, industria de la madera, fabricación de neumáticos, autopartes, construcción, y petroleros.

En tanto, "las suspensiones aumentaron 7,6 veces frente a julio de 2013" afectando a la industria automotriz y de autopartes aunque el informe reconoce que las suspensiones se verifican también en la industria papelera, frigorífica, petrolera y metalúrgica. Finalmente, el trabajo indica que la conflictividad laboral experimentó un generalizado aumento en los 7 primeros meses: los paros se incrementaron un 47% anual, las suspensiones el 7% anual y los despidos fueron 2,6 veces superiores a los del mismo período de 2013.

La Unión Industrial Argentina, que durante muchos años supo tener un discurso casi sin matices a favor de las políticas oficiales, ahora a traves su presidente Héctor Méndez, hace oir su voz cargada de cuestionamientos.

Este viernes, Mendez fue bien claro. Primero le contestó a la presidente Cristina de Kirchner cuando acusó: "Si no la ponen (la plata) los empresarios, ¿quién querés que la ponga querido sino el Estado?...". En el Gobierno están convencidos de que el modelo les permitió a los empresarios "ganar mucha plata" pero cuando hay problemas no están dispuestos a arriesgar "ni un peso".

Méndez le replicó: "Los empresarios la ponen" y le recordó a la jefa de Estado que "los empresarios que pusimos plata cuando el país crecía al 7% somos los mismos que ahora nos esforzamos para sobrevivir".

Difícil que antes los empresarios se atrevieran a mencionar el problema del tipo de cambio y menos aún dejar en claro la necesidad de una devaluación. Los tiempos cambiaron. Ahora Méndez no dejó duda alguna: "El dólar a $ 8" y graficó: "Las economías regionales no pueden exportar ni un caramelo con este tipo de cambio".

Para justificar que no vendrán inversiones, agregó: "Los costos están muy altos, no se pueden girar utilidades al exterior, hay muchas trabas, ¿quién va a querer invertir en estas condiciones?" remató. Razón no le falta. Según el economista Orlando Ferreres la inversión cayó un 2% en el primer semestre y esta tendencia se mantendrá. La inversión bruta interna representó unos u$s 41.000 millones, un 15% menos respecto del mismo período de 2013.

La situación que está pasando la industria es mala. La producción cayó un 3,2% en el primer semestre del año anualizado y las exportaciones de manufacturas de Origen Industrial (MOI) retrocedieron un 13% en el mismo período.

Estos números pueden explicar que Méndez no haya tenido ningún empacho de cuestionar a Axel Kicillof en más de una oportunidad, a sabiendas de que hoy es uno de los ministros más influyentes.

"Intentamos contarle nuestras ideas, pero fue imposible, no pudimos ni pasar un powerpoint. A él hay que escucharlo y cuando termina decir amén...", enfatizó el industrial.

Para rematar que la paciencia tiene un límite, el industrial, en una especie de autocrítica reconoció: "Quizás somos muy tolerantes, hemos sido muy tolerantes", anticipando que de ahora en más harán oir más sus reclamos.

Estas críticas públicas de la UIA son las mismas que se escuchan en cualquier reunión que congrega a hombres de negocios sean industriales, del sector agropecuarios o de servicios. Eso sí, todos coinciden en una visión pesimista para el tiempo que resta hasta el cambio de gobierno. Les preocupa el darse cuenta que desde la propia jefa de Estado hasta sus más estrechos colaboradores minimizan la inflación. "Ya hablamos de más de un 40% anual y en un año con recesión", se espantan. Ven al Gobierno muy satisfecho en su cruzada contra los fondos buitre. "Vamos directo a un desacato a la Justicia de los Estados Unidos...¿me querés decir cómo se lo explico a los ejecutivos de mi empresa?", se lamentaba un importante ejecutivo de una multinacional norteamericana. Si bien un año y medio parece poco tiempo, para los hombres de negocios es una eternidad.Pero quienes admiten que son días de "aguantar hasta que lleguen tiempos mejores", no tienen duda de que con un cambio de gobierno "lloverán las inversiones".

Fuente: ambito.com