ECONOMÍA | EMPRESAS EXTRANJERAS

Las multinacionales ganan cada vez más

Las firmas extranjeras que operan en el país enviaron a sus casas matrices US$ 1921 millones en 2007, el récord desde 2002.

Las automotrices vendieron y exportaron autos como nunca antes en 2007. Los precios de la soja, el oro, el cobre y el petróleo, algunas de las materias primas que en la Argentina son extraídas o procesadas por empresas multinacionales, se cansaron de marcar récords el año anterior. El auge de la venta de teléfonos celulares, la penetración de la banda ancha en los hogares y el consumo en los supermercados persistieron, y la construcción, aunque creció a menor ritmo, se mantuvo en su máximo histórico.

Pueden parecer, a primera vista, fenómenos aislados. Pero aportaron lo suyo para que los extranjeros que invirtieron en el país se llevaran casi 2000 millones de dólares el año pasado en ganancias, según las últimas cifras del balance cambiario del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

En 2007, el giro al exterior de utilidades y dividendos y otras rentas -a las casas matrices de las multinacionales instaladas aquí y, en menor medida, a los accionistas no residentes de empresas locales- alcanzó los 1921 millones de dólares, un 21,1 por ciento más que el año anterior.

Este fue el monto de envíos más elevado desde la reactivación de la economía, a mediados de 2002, y el equivalente a casi un punto del producto bruto interno (PBI) nacional y el doble que hace tres años.

Mientras tanto, los ingresos que los argentinos obtuvieron del exterior, ya sea a través de inversiones propias o de sus empresas, aportaron 162 millones de dólares en el mismo período.

Hubo, entonces, una salida neta de divisas por el giro de rentas corporativas de 1759 millones de dólares, "unos US$ 700 millones" por encima de la registrada en 2006, señala el informe del Banco Central.

El incremento se explica básicamente por la mejora "en los giros netos de utilidades y dividendos, en especial de empresas siderúrgicas, automotrices y químicas", completa el trabajo.

Lo curioso es que el fenómeno se da junto con una caída de la inversión extranjera directa aquí, según marcan los datos del balance de pagos del Ministerio de Economía registrados hasta el tercer trimestre del año pasado, e incluso cuando la renta que los extranjeros obtienen en la Argentina se encuentra en niveles nunca antes vistos, ni siquiera durante los años 90.

Sin empresariado nacional

El Gobierno ha explicitado siempre su deseo de cimentar un empresariado nacional, pero el proceso de extranjerización de la economía argentina se profundizó en los últimos años, salvo en algunos sectores específicos, como el energético, algo que ayuda a entender por qué, en la era del 3 a 1, las ganancias de los extranjeros son mayores que durante la época del 1 a 1.

"El dato refleja, por ejemplo, el cambio de manos de empresas argentinas a compañías brasileñas tras la devaluación", resumió ante la consulta el economista del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana de la Fundación Mediterránea (Ieral), Jorge Vasconcelos.

Empresas como la siderúrgica Acindar, la textil Alpargatas, la alimentaria Quilmes, el frigorífico Quickfood y la cementera Loma Negra se sumaron a alimentarias como Terrabusi, bodegas como Norton y cadenas de supermercados como Norte y Disco.

Además, que sectores como el de la minería o el petróleo prácticamente no cuenten entre sus filas a empresas de origen nacional es una de las razones del aumento de las ganancias extranjeras.

Allí yace también una de las explicaciones del salto: la venta de YPF a la española Repsol en 1999 -deshecha en parte con la reciente operación del banquero Enrique Eskenazi- y, en menor medida, la adquisición por parte de Petrobras de la petrolera Perez Companc.

La minería, en la punta

¿Cuáles fueron los sectores que más fondos giraron al exterior? Según la información del Banco Central, la lista está encabezada por la industria metalúrgica y la minería (570 millones de dólares), las terminales automotrices (245 millones), la industria química (236 millones), la petrolera (126 millones) y la alimentaria y tabacalera (114 millones), que en conjunto explican casi el 70% de los envíos al exterior.

Sobre el futuro de la rentabilidad de las empresas, el economista Miguel Bein señaló que existía un denominador común: el ajuste en algunos costos, como por ejemplo el salario.

"Todavía no estamos en equilibrio en lo que se refiere al componente en dólares de los costos de los servicios de las compañías, pero falta menos que hace tres años", explicó el economista.

Bein distinguió cuatro grupos con características propias y, por ende, utilidades diferentes: las compañías que exportan y enfrentan precios que "no paran de subir"; las que están sometidas a la competencia internacional, "algo que comprime los márgenes"; las que se manejan con precios libres en mercados donde crece muy fuerte la demanda, incluido el mercado interno, y las que deben enfrentarse con precios regulados por el Gobierno. (LA NACIÓN)