ECONOMÍA
Los commodities vuelven a caer
Cuando parecía que el precio de los principales commodities agrícolas no lograba detener su suba y hacía saltar nuevamente las alarmas en la mayoría de los países en desarrollo (por el encarecimiento de los alimentos), en estos últimos días la tendencia fue muy distinta de lo previsto. Lo que habla de la extrema volatilidad que hoy gobierna a estos mercados financieros, y no solamente en los productos básicos alimenticios, sino también en los energéticos y minerales. Todos los analistas coinciden en que la especulación es muy grande hoy en día en los mercados de commodities, que se parecen cada día más a una ruleta que a un refugio donde realizar “hedging” o coberturas financieras para minimizar el riesgo.
A la hora de buscar explicaciones, pero sobre todo de tratar de interpretar la tendencia a mediano plazo, los analistas divergen profundamente en la causa principal de las recientes caídas. “Todos los demonios están sueltos”, sostuvo el último informe de Barclays, dando a entender que cualquier cosa puede llegar a pasar en los próximos meses. De hecho, los especialistas de la entidad financiera pusieron el foco en la triple coyuntura mundial negativa que se genera con la crisis irresuelta de la zona euro, las dificultades para reactivar la economía estadounidense y, como novedad, la desaceleración de China, hasta ahora locomotora mundial que sostuvo el crecimiento y compensó la fuerte caída de los países desarrollados.
Para Barclays, “el ritmo del crecimiento chino sigue siendo el temor más importante de los inversores, quienes tratan de medir la magnitud de la demanda frente a la posibilidad de que el crecimiento de la actividad industrial se estabilice en niveles inferiores a los que estaban acostumbrados los mercados”. En pocas palabras, se corre el riesgo de pasar de Guatemala a Guatepeor. Porque China es hoy el gran demandante de commodities en todo el mundo y si su economía se resfría, el resto del mundo proveedor de materias primas podría sufrir una gripe de proporciones. Lo que en castellano argentino del siglo XXI se llamaría el fin del “viento de cola” y un verdadero dolor de cabeza para los ingresos fiscales de confirmarse esta tendencia. Los recientes datos publicados por el gobierno chino dan cuenta de que el país registró un crecimiento del PIB del 7,6% durante el segundo trimestre de este año, es decir su nivel más bajo de los últimos tres años, que además sigue cayendo por sexto trimestre consecutivo.
Uno de los principales países exportadores de commodities que se prepara para enfrentar una coyuntura adversa es Australia, donde su gobierno ya diseñó planes de contingencia frente a una caída en los ingresos que se calcula de un 10% respecto del año anterior. “Incluso si está previsto que los precios de algunos productos básicos reboten durante el primer semestre de 2013, éstos serán inferiores a los más altos registrados en el presente año”, informó el gobierno.
Para la Argentina el tema no es menor, puesto que los ingresos fiscales descansan en gran parte en las exportaciones de sus commodities agrícolas. Y el valor de la soja, exportación estrella de los últimos años, ha venido cayendo fuertemente durante el mes pasado. De un pico de u$s 649 la tonelada registrado a principios de septiembre, un mes después había caído a u$s 585 (casi un 10% menos).
Sin embargo, para los analistas la coyuntura mundial no explica todo. Incluso muchos de ellos ponen en primer lugar la especulación reinante en los mercados como causa de los vaivenes que vienen sufriendo las cotizaciones de las materias primas.
Es bien sabido que cada vez que las tasas de interés de referencia mundiales han estado por los suelos (como a principios del siglo XXI y ahora), buena parte de los flujos de inversión mundiales se han dirigido a los commodities, en busca de mejores rendimientos.
La época en que los futuros de petróleo o de trigo (por citar dos ejemplos) servían para que las aerolíneas y los agricultores pudieran cubrirse ante el riesgo de cambios en los precios ya se terminó hace rato. Y la volatilidad reina hoy en día en todos los mercados de commodities, pero se potencia cuando surgen noticias como la desaceleración china, poderoso formador de precios en muchos de estos mercados.
De hecho, la volatilidad es tan grande en estos momentos que un anuncio positivo como el del tercer plan de estímulo monetario de la Reserva Federal (‘Quantitative Easing 3‘) fue en gran parte neutralizado por las noticias que llegaban de China. En ocasiones anteriores (QE1 y QE2), mucha de esa liquidez creada por la Fed iba a parar a los mercados de commodities. A la luz de lo que sucedió esta semana, eso por ahora no estaría sucediendo.
Fuente: Cronista.com

