Macri inició campaña apelando a votantes K y de izquierda
Una anticipada algarabía se mezcló con la insistencia para que los fiscales vigilaran los votos ayer en el PRO, que con el sello Cambiemos no dudó, no bien terminados los comicios, en anticipar que Mauricio Macri competiría en segunda ronda contra Daniel Scioli, todo alentado por sondeos a boca de urna en principio, y con las propias mesas testigo que orientaron los lentos resultados.
El clima triunfalista arrastró al radicalismo, que agregó al festejo el punteo de intendencias bonaerenses, y a Elisa Carrió, que desde temprano también festejó el camino a la segunda vuelta que deja a su candidato con elevadas expectativas. Emotivos, Ernesto Sanz y Carrió, cuando Macri llegó al búnker de Costa Salguero, lo abrazaron al mismo tiempo.
El candidato salió a escena casi a medianoche, pero antes de conocerse resultados oficiales. Lo presentó María Eugenia Vidal, exultante, y también Gabriela Michetti.
¡Qué noche!, arrancó Macri con música y cánticos.
Macri habló de "los desafíos que nos esperan", abriendo la última temporada electoral.
"Nos esperan desafíos difíciles, pero me tengo mucha fe y estoy seguro que trabajando en equipo vamos a encontrar la solución a las angustias de los argentinos", dijo el candidato aún sin mencionar resultados, que a medianoche no se había revelado. Así comenzó una lista de agradecimientos en la que mencionó "a todos aquellos que este domingo me votaron pensando que yo no era su mejor opción" y que "quiero prometer que voy a trabajar mañana, tarde y noche para ganarme su confianza y para demostrarles que tomaron la decisión correcta y a los que votaron otros candidatos porque nos ayudaron a fortalecer nuestro sistema democrático".
Entonces mencionó que aprendió "mucho de los dirigentes sociales, de las personas que visité en todo el país durante la campaña y a los laburantes que apuestan al futuro y que no se resignan". Entonces mencionó a todos los competidores incluida la izquierda, apelando a que simpaticen con su candidatura en noviembre, como a "los peronistas que defienden la justicia social, al progresismo, al socialismo y a la izquierda para que haya pobreza cero, a los líderes sindicales y a los productores agropecuarios que son el motor de la Argentina". Así, coronó convocando nuevamente a los votos y se lanzó al baile ya clásico con globos en el escenario que compartió con una fila de aliados y propios, entre ellos Carrió, Sanz, Patricia Bullrich, su esposa Juliana Awada, Emilio Monzó, Marcos Peña, Jorge Macri y Michetti.
La primera experiencia electoral para el mayor cargo del país le reportó a Macri todo lo que esperaba para seguir la competencia, tras una campaña donde probó imponerse con una fórmula pura del PRO y romper la tradición conformándola con dos porteños, además de agregarle en las últimas semanas para conquistar votos desde parafrasear a Perón, declarar que "no soy antikirchnerista" y remarcar que no barrería con los planes sociales.
Anoche ya comenzaba la campaña hacia la vuelta final del 22 de noviembre, que en principio repetirá Macri en las provincias grandes, con la idea de replicar la estrategia que lo llevó, desde las PASO hasta ahora, a una gira intensa por la provincia de Buenos Aires y localidades del interior.
"Espero que los ciudadanos voten el cambio que nos va a llevar a otra Argentina", dijo Mauricio Macri en plena veda, ayer cuando fue a votar a una escuela del Barrio Norte porteño de la calle Juncal al 3100 a media mañana, para después entregarse a la vida familiar en la quinta de Villa de Mayo en el noroeste bonaerense. El almuerzo, con la niña Antonia y la esposa, Juliana Awada, contó con algunos invitados a la mesa, como Carrió, que se sentó junto al jefe de Gobierno. Luego, se pasó el tiempo mirando a Los Pumas hasta que el cierre de los comicios habilitó los pronósticos con los boca de urna.
El PRO mostró mesura tras el cierre de los comicios, pero el entusiasmo por estar en el balotaje se propagó pronto en la tropa, inclusive con ovaciones para María Eugenia Vidal que peleó la gobernación de la provincia de Buenos Aires.
Para el macrismo, claro, la elección, además de todo, ponía en riesgo la sobrevivencia del PRO y de Macri como líder de la tropa fuera de juego en una especulación derrotista. Pero los resultados lo alentaron más de lo que esperaba.
El arribo a la segunda vuelta renueva al combo Cambiemos donde además se sumaban ayer intendencias clave para la continuidad de la agrupación y gobernaciones que redoblaban el festejo del radicalismo que impulsó la alianza con el jefe de Gobierno.
La jornada se condimentó con el ruego de Carrió para que "los fiscales no se muevan" de las mesas y también se animó con una conferencia de prensa no bien cerraron los comicios que protagonizaron los jefes de campaña del PRO, Monzó, Peña y el primo Jorge Macri, donde anticiparon la segunda vuelta contra Scioli y que en la provincia de Buenos Aires peleaban "voto a voto" la gobernación, en una escenario donde una pantalla mostraba sobre fondo celeste #haybalotaje. Fueron los primeros que se mostraron ante la TV para dar resultados presumibles sobre la base de las encuestas tras las urnas.
"Nos basamos en las encuestas de boca de urna, han sido muy precisas, no sólo las nuestras, sino de otras fuerzas políticas, nos llevan a afirmar" que hay segunda vuelta, garantizó Peña, cinco horas antes de los primeros cómputos oficiales.
Después comenzó a llenarse el búnker que tradicionalmente el PRO habilita en Costa Salguero, y la militancia alentó el triunfo de Vidal y la segunda vuelta electoral con el Frente para la Victoria.
Fuente: Ambito.com