INTERNACIONAL
Manifestantes de toda España reclamaron en Madrid contra los recortes
Decenas de miles de manifestantes, algunos llegados a pie tras atravesar España y agitando banderas de numerosas regiones, participaron en Madrid en las llamadas "marchas de la dignidad" contra la "urgencia social" que denuncian en el país.
"¡Arriba, arriba, que vamos a luchar!" gritaban los manifestantes concentrados alrededor de la estación de Atocha, el punto de encuentro de las diferentes marchas llegadas desde todo el país para iniciar la manifestación a través de una de las principales arterias del centro de Madrid.
Los manifestantes se organizaron en ocho columnas llegadas desde Andalucía (en el sur), Cataluña (al noreste), Asturias (en el noroeste) y Extremadura (oeste), algunas de ellas tras haber viajado a pie durante un mes.
"¡Ni paro, ni exilio, ni precariedad; marchas, marchas, marchas, para la dignidad!" vociferaban a través de un altavoz varios jóvenes en una camioneta descapotada, mientras otros encendían algunos botes de humo.
"Queremos trabajo. No podemos aceptar que millones de personas en paro estén volviendo a casa de sus padres porque no podemos pagar las hipotecas", criticaba Jorge Balbas, un desempleado de 24 años procedente de Burgos, al norte de España, recordando que más de la mitad de los jóvenes en el país no encuentra trabajo.
"Será una masiva marea ciudadana que llenará de dignidad la capital", había prometido por la mañana Diego Cañamero, portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, una de las 300 organizaciones participantes.
"La idea es unir todas las fuerzas con una idea: o se atienden nuestras reivindicaciones o el gobierno tiene que coger las maletas", apuntó.
Numerosas organizaciones ciudadanas, asociaciones, grupos del movimiento de los "indignados", que tres años atrás llenaron con protestas las plazas de España, y colectivos profesionales se unieron a esta manifestación con el objetivo de resucitar el espíritu reivindicativo de las grandes movilizaciones celebradas en España entre 2011 y 2012.
Los organizadores anunciaron la movilización de centenares de autobuses y al menos cuatro trenes.
Las autoridades madrileñas movilizaron unos 1.700 policías para garantizar la seguridad, en medio de temores a incidentes por la posible presencia de grupos antisistema.
De los séquitos que se han ido formando a lo largo del día en las entradas de Madrid emergían pancartas con un amplio abanico de reivindicaciones como "pensiones justas" o "por el derecho a un techo".
Una guillotina, coronada con un letrero con el lema "no a los recortes", encabezaba la columna llegada del sureste de España, precediendo una gran pancarta blanca donde se podía leer "Marcha de la dignidad - No al pago de la deuda ilegítima".
Entre los primeros grupos que llegaron a Atocha destacaban los "Yayoflautas", un colectivo de jubilados reivindicativos nacidos con el movimiento indignado de 2011 reconocibles por sus chalecos amarillo fluorescente, llegados de Córdoba (Andalucía).
"Corruptos, sabemos quienes sois" afirmaban en una pequeña pancarta.
La austeridad sin precedentes aplicada por el gobierno conservador desde su llegada a finales de 2011 para reducir el déficit y la deuda del país dio lugar a dos huelgas generales en 2012, con centenares de miles de personas en las calles.
La movilización perdió fuerza luego, aunque estuvo sostenida sobre todo por los sectores de la educación y la salud, severamente afectados por unos recortes anunciados en 2012 de 150.000 millones de euros, a lo largo de tres años.
Si bien los españoles ya no salen a la calle tan masivamente como hace dos años, los sondeos muestran que la austeridad es impopular, y que la máxima preocupación es el desempleo, que afecta a más de una cuarta parte de la población activa.
"En 2014, nos encontramos en una situación límite de emergencia social que nos convoca a dar una respuesta colectiva y masiva de los trabajadores y la ciudadanía", afirman los organizadores de la marcha en su manifiesto.
"Que nos devuelvan el dinero que han robado los políticos y los banqueros", reclamaba Trini Reina, andaluza de 48 años llegada de Sevilla en autocar.
"Tengo una hipoteca y no puedo pagar desde hace 7 meses. Este sistema está en quiebra y nosotros lo pagamos muy caro", dijo.
Fuente: Ambito.com