ECONOMÍA

Mendoza entre las provincias con menor presión tributaria

De acuerdo con el ranking nacional elaborado por el IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal), en una radiografía de la carga tributaria que tiene cada provincia, Mendoza se ubica entre las que menos presión impositiva impone sobre sus contribuyentes.

El podio está liderado por Buenos Aires y por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), le siguen Catamarca y Córdoba. Mientras, la provincia de Mendoza está ubicada en el pelotón.

El informe analiza la carga legal del impuesto a los Ingresos Brutos en cada provincia desagregando la situación por rubro de actividad y tamaño de las empresas.

Ingresos Brutos es un impuesto protagónico en la torta del dinero que entra a las provincias. En promedio, representa el 75% de los ingresos por impuestos provinciales en cada una de las jurisdicciones, proporción que también se ajusta para Mendoza.

El IARAF desagrega las actividades que pagan Ingresos Brutos en diez rubros: intermediación financiera, servicios públicos, servicios empresariales, comercio servicios de salud, industria de otra jurisdicción, construcción, minería y petróleo, industria local y sector agropecuario (ver infograma).

De los diez rubros, Mendoza sólo registra “alta presión fiscal” en dos: servicios empresariales, que incluye las actividades inmobiliarias, de servicios profesionales y de publicidad; y los servicios de salud, que incluye la atención privada de la salud y a las empresas de medicina prepaga.

Esta calificación que tiene Mendoza se asienta fundamentalmente en el hecho de que hasta el 2011 regía el beneficio de la tasa cero para el pago de Ingresos Brutos, por lo que el grueso de las actividades de peso no tributaban.

Consecuencias

Las consecuencias de la escasa presión fiscal tuvieron su correlato este año. Con los datos en la mano que daban cuenta de la baja recaudación que venía afectando a la caja, y la amenaza del gasto creciente, la flamante gestión de Francisco Pérez decidió aplicar aumentos que se vieron reflejados en la Ley Impositiva que aprobó la Legislatura en enero de este año.

Se eliminó el beneficio de la tasa cero para el pago de Ingresos Brutos a unas 200 actividades económicas, lo que supondrá un aumento en la recaudación para este año de cerca de $700 millones.

En el 2011 se recaudaron $2.100 millones mientras que para 2012 se espera engrosar esa caja un tercio más, gracias a la acción conjunta de los aumentos de las alícuotas, más las acciones impulsadas para aumentar la recaudación y el recupero de las deudas impagas, según destacó Rafael Gollano, jefe de Gabinete del Ministerio de Hacienda.

¿Cuáles son los rubros que van a sentir la mayor presión tributaria a partir de ahora? Sin duda el mayor impacto se lo llevarán las actividades que hasta ahora estaban exentas de pagar Ingresos Brutos.

En este sentido el titular de la Federación Económica de Mendoza (FEM), Adolfo Trípodi expresó que los cambios impulsados en la ley Impositiva de este año suponen una alteración drástica en el esquema de impuestos. “El comercio los servicios profesionales y la industria en general, que de tener tasa 0 pasaron a tributar el 1,5%, son los sectores que más sintieron el cambio”.

“Además –refiere Trípodi– a partir de este año los que facturan más de $15 millones pagan más. Esto afecta mucho a los comercios medianos, cualquier comerciante que tiene dos locales factura más que eso y por lo tanto tiene que pagar más”.

Trípodi se refiere al artículo introducido en la Ley Impositiva de este año que aplica 0,50% más de alícuota a todos los contribuyentes que registren más de $15 millones de facturación bruta anual.

Hasta ahora –finaliza el dirigente de la FEM– estos ajustes no se han visto reflejados en la mayor recaudación de enero. “Yo no he visto un crecimiento de la recaudación acorde a las mayores alícuotas que se aplicaron”.

El precio de la baja presión fiscal ¿Es bueno o malo para un Estado estar entre los más benévolos para exigir cargas tributarias? Todo depende del contexto.

Según el análisis de jefe de Gabinete de Hacienda, cuando se busca alentar determinadas actividades económicas es ventajoso. Eso fue lo que se buscó cuando se implementó la tasa cero.

“Cuando el Estado tiene recursos, puede estimular la producción mediante este tipo de medidas pero cuando los gastos del Estado son crecientes y los recursos no alcanzan es necesario que el sector privado haga un esfuerzo. Hay sectores productivos que deben contribuir más. Es lo que mismo que pide el Gobierno nacional. Es tiempo de ajustar las cargas”, analizó Gollano en sintonía con el discurso que se ha impuesto desde la Casa Rosada.

El contexto no ayuda “En términos generales todas las provincias están necesitadas de recursos. Por eso muchas de ellas comenzaron a aumentar impuestos para equilibrar el rojo de sus cuentas. Hacía seis años que Mendoza no hacía ajustes importantes como los que se hicieron a principios de este año”, justificó Gollano.

Ahora lo que se ha hecho es equiparar las alícuotas con las provincias que tienen similitudes con Mendoza por su tamaño y actividad, como Córdoba o Santa Fe. Es justamente con esas provincias donde Mendoza se ve identificada desde el punto de vista de los recursos. Con el actual reparto que impone la ley de Coparticipación vigente las provincias más grandes, es decir, con más habitantes y por lo tanto con más necesidades para cubrir, son las que menos recursos reciben.

Esto las pone en una situación de desigualdad de la que intentan salir apelando a lo seguro, aumentar los impuestos a la actividad local para recaudar más.

El actual reparto de la coparticipación es muy desigual y esto se refleja en el grado de presión fiscal que aplican las provincias. Chaco es la provincia que menos carga tributaria aplica a la actividad local pero es una de las grandes beneficiadas por el reparto de recursos nacionales que baja por la Ley de Coparticipación. “Mientras, Mendoza recibe algo de $1.000 por habitante, Chaco consigue $6.000”, compara Gollano.

Los males de fondo Es preciso ver la película para entender la foto.

Hoy Mendoza tiene serios problemas para equilibrar las cuentas sencillamente porque gasta más de lo que ingresa. Pero esta situación tiene un origen lejano. La principal distorsión en la distribución de recursos que perjudicó a muchas provincias, incluida Mendoza, fue la ley de coparticipación de 1994 que dispone un reparto poco equitativo que perjudica a las provincias grandes.

En los últimos años se le sumó una baja en recaudación por regalías, una mayor dependencia de la Nación y como contrapartida un aumento constante en el gasto público. Esto desencadenó la situación actual. Un rojo de $2.000 millones en las cuentas provinciales que es necesario cubrir con endeudamiento y en parte con impuestos más altos.

El presidente del Consejo Empresario Mendocinos (CEM), Leonardo Andreu, resume el problema estructural de fondo en estos términos: “La provincia depende cada vez más de los recursos nacionales y la incidencia del gasto público sobre el PBG llega al 18%. Entonces el Estado intenta revertir el rojo de las cuentas públicas con más impuestos. Pero considero que el aumento de las cargas impositivas afecta la competividad de las empresas, sobre eso no hay discusión. Esto nos preocupa porque genera que las empresas se radiquen en otras provincias. Tampoco es seguro que el aumento de las alícuotas genere aumentos en la recaudación, por el contrario puede generar retracción. El Estado debería poner énfasis en mejorar la recaudación”.

Fuente: diariouno