ECONOMÍA

Naciones Unidas defendió la progresividad tributaria y el gasto público

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) defendió "la fiscalidad progresiva y el aumento del gasto público, incluidos las transferencias sociales y el suministro de bienes y servicios esenciales a los grupos de bajos ingresos".

El organismo consideró que estas medidas pueden aportar "de manera determinante al proceso de crecimiento incluyente".

Asimismo destacó en su Informe sobre el Comercio y el Desarrollo, que esos resultados surgen de "la experiencia reciente en América Latina y otros países en desarrollo".

Señaló que "los gobiernos pueden emplear la fiscalidad progresiva, el gasto social y alentar el incremento de los salarios, de acuerdo con el aumento de la productividad".

Agregó que la mayor progresividad en materia fiscal y gasto del Estado "reduciría la desigualdad del ingreso y ofrecería, al mismo tiempo, la posibilidad de incrementar la demanda que se necesita para que las empresas aumenten la inversión".

Según el informe, los países en desarrollo son vulnerables, porque "los recortes fiscales y las reformas laborales de las naciones desarrolladas dificultan la recuperación de la recesión".

Las crecientes brechas en el ingreso y la riqueza en todo el mundo, añadió, "no son un resultado inevitable de la globalización y el cambio tecnológico".

Para la UNCTAD, "el aumento de la concentración de los ingresos en unas pocas manos limita el potencial económico de las naciones, al debilitar la demanda de bienes y servicios, y reducir las posibilidades de educación y movilidad social de muchas personas, con lo que se estarían infrautilizando sus aptitudes y los posibles adelantos económicos".

"La reducción de las disparidades cada vez mayores de riqueza e ingresos no sólo reportará beneficios sociales, sino que también hará que aumente el crecimiento económico", afirmó el organismo.

Sostuvo, por otra parte, que el crecimiento "se desacelera en todas las regiones del mundo, impulsado en parte por las medidas de austeridad que obstaculizan la demanda en los principales mercados de los países desarrollados y, por tanto, reducen las perspectivas de exportación de los países en desarrollo".

Aunque varias de estas naciones "están adoptando continuamente medidas anticíclicas para promover la demanda interna, estas -advirtió la UNCTAD- no serán suficientes si el crecimiento no repunta en las grandes economías avanzadas".

Para el organismo, la expansión económica de las economías en desarrollo será de 5% este año, mientras los países en transición avanzarán 4%, cifras inferiores a la de años anteriores.

"Los temores se han visto confirmados y el principal problema que obstaculiza la recuperación de la desaceleración económica mundial lo constituyen las presiones que provoca la recesión en los países desarrollados", indicó el estudio.

Señala en ese sentido el impacto de "los ajustes en los balances en el sector privado; la elevada tasa de desempleo, que reduce los ingresos de los hogares y afecta el consumo en los hogares; y los esfuerzos prematuros de los gobiernos para reducir su deuda".

Con todo, concluyó la UNCTAD, "los países en desarrollo, impulsados por el progreso registrado en varias grandes economías, dependen menos que antes de las economías desarrolladas maduras y tienen una demanda interna más robusta".

Fuente: Télam