Paraná Metal podría reabrir durante el primer trimestre del 2012

La autopartista Paraná Metal, ubicada en la ciudad santafesina de Villa Constitución, podría reanudar su producción en el primer trimestre del año próximo con unos 150 trabajadores, de un plantel de 900 con que contaba cuando el año pasado detuvo la fabricación, informaron hoy fuentes gremiales.

Previamente los obreros deberán realizar un reacondicionamiento de la planta industrial, situada 40 kilómetros al sur de Rosario.

El 16 de noviembre pasado la jueza Civil y Comercial de Villa Constitución, Águeda María Orsaria, homologó un acuerdo entre los acreedores y los propietarios de la metalúrgica, el grupo Oil M&S, del empresario kirchnerista Cristóbal López, lo que alejó el peligro de quiebra de la fábrica.

En la propuesta se establecieron varios plazos de pago, según el monto de las acreencias, que fue aceptada por un 80 por ciento de un total de 250 acreedores, entre los que se encuentran el Banco Nación, la empresa Ford y el sindicato UOM.

Al gremio de los metalúrgicos la empresa adeuda más de 1.000.000 de pesos. La planta de la autopartista se encuentra paralizada desde el 4 de agosto de 2010, después de que el principal accionista, Cristóbal López, evitara oficializar un plan de negocios para continuar con su gerenciamiento.

El dirigente de la UOM Leonardo del Grecco precisó que los trabajadores están "analizando un plan de reparación de las máquinas para volver a producir" y, además, manifestó, los representantes gremiales solicitaron "una reunión con los directivos de la empresa" a fin de ser informados "sobre este proyecto" porque los obreros aún ignoran "cuándo y cómo se va a desarrollar".

"Actualmente hay en planta permanente 150 compañeros en condiciones de retomar al trabajo, unos 400 se acogieron al retiro voluntario o se acogieron a los beneficios de la jubilación y otros buscaron otra alternativa laboral", explicó Del Grecco.

Por otra parte, se estimaba que en una primera etapa la empresa produciría campanas y discos de frenos con destino a la fábrica Ford de Brasil.

Se trataría, dijeron fuentes del gremio, de piezas nodulares, más pequeñas, y que no requieren de un trabajo de ensamblaje pleno, como ocurría con los tradicionales blocks que producía la planta.