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Prepagas reclaman definiciones al Gobierno
Las empresas de medicina privada salieron ayer a criticar la decisión de sanatorios y clínicas de cortarle el servicio a los clientes de cinco prepagas y privilegiar la atención de sus propios afiliados debido a un conflicto por el monto de los aranceles que las empresas pagan a los prestadores.
La voz cantante la llevó Claudio Belocopitt, presidente de Swiss Medical Group y uno de los mayores referentes del mercado de la medicina privada. El empresario salió a cruzar duro a los prestadores de las compañías por amenazar que a partir del lunes no le brindarán asistencia a usuarios de cinco prepagas, entre la que se encuentra Swiss Medical. Pero también fue duro con el Gobierno al que le reclamó una supuesta “pasividad” para resolver el conflicto y le solicitó que defina si pretende o no la continuidad de la medicina privada o busca que el sector siga el camino de las AFJP.
“Entendemos perfectamente que el 7% que se les ofreció a las clínicas y centros de diagnóstico no es suficiente, pero es lo que está al alcance de nuestra mano. Es lo que desde el Gobierno se nos permitió aumentar”, afirmó el empresario.
La pelea comenzó cuando los centros de atención médica pidieron una mejora en sus tarifas del 15% (para igualar el alza salarial pactado con sus trabajadores), pero sólo recibieron como respuesta una oferta del 7% que no fue aceptada por clínicas y sanatorios.
“No nos merecemos quedar como los malos de la película. Los prestadores equivocan el camino. Para ellos es más fácil enojarse y pelearse con nosotros que con el Gobierno, que en definitiva fue el que marcó cómo serían las cosas”, sostuvo.
Por eso también se quejó de la pasividad que, entiende, muestra el Gobierno para resolver situaciones que desde hace tiempo se dan en el mercado de la salud privada. “Si el Estado entiende que el sistema de salud privado no tiene razón de ser, como ocurrió con las AFJP, entonces debería decirlo abiertamente. Está claro que se cometería un error gravísimo, pero en definitiva sería algo que estaría dentro de su potestad”, dijo Belocopitt.
El titular de Swiss Medical se quejó además porque consideró que el sector sufre conflictos de larga data. “Hace tiempo que venimos teniendo problemas para aumentar las cuotas y para resolver inconvenientes, pero ahora la cosa se está poniendo peor”. Y, con algo de suspicacia se preguntó “por qué será”.
También el exigió al Gobierno que, a través de la Superintendencia de Salud, responda a los constantes pedidos de reuniones que ya lanzaron todas las empresas del sector, al igual que las clínicas, sanatorios y centros de diagnósticos.
“La única forma de resolver esto es sentarse y hablar. Nosotros damos hasta adonde podemos, y en este caso dimos el 7% que nos fue habilitado por el Gobierno. Más no podemos hacer”, aseveró el empresario quien además dijo “comprender” la situación por la que atraviesan sus prestadoras, y puso como ejemplo la estructura propia de los sanatorios de Swiss Medical. “Yo también sufro problemas de costos”, añadió en diálogo con El Cronista.
En este sentido, Belocopitt, uno de los pocos empresarios del sector de la medicina privada que sale a hablar en momentos calientes, reclamó la formación de una mesa de negociación para dilucidar cómo seguirá la historia, ya que para antes de fin de año está pautado con el sindicato de la Salud una mejora salarial del 10% que reavivará estas disputas. Este pedido coincide con el de los prestadores, que, tal como publicó el miércoles pasado El Cronista, promueven que se conforme una suerte de comité, también integrado por el Gobierno, que permita evaluar la situación en cuanto a los aumentos solicitados.
En cuanto a ese incremento salarial que entrará en vigencia en diciembre, del 10%, ni las prepagas ni sus prestadoras tienen todavía previsiones sobre sí se dará el visto bueno oficial para incrementar los precios de la medicina privada.
El último retoque en ese aspecto se dio este mes, cuando se autorizó un alza del 7%, pese a que la mejora en los sueldos de los trabajadores de la salud comenzaron a cobrar ese plus en agosto, cuando las prepagas querían aumentar sus tarifas.
Fuente: Cronista.com

