Rebajas arancelarias para empresas que integren partes nacionales en motos

Después de dos años, la mesa sectorial de la motocicleta, integrada por fabricantes, proveedores, sindicatos y Estado logró consensuar una medida que impulsará al sector. Existirá una diferenciación arancelaria para los que importen las motos completamente armadas, desarmadas completas o que integren localmente un 5% en el primer año, 7% en el segundo y 9% en el tercero.

Los que importen el producto armado pagarán un 35% de impuesto en Aduana, los que las importen desarmadas pero con todos los componentes de afuera pagarán un 20%, los que sumen componentes nacionales pagarán 0% aplicable a las unidades incompletas.

Lino Stefanuto, Presidente de la Cámara de Fabricantes de Motovehículos (CAFAM), señala: “Con todos los gobiernos anteriores pagabamos los mismos impuestos de Aduana si importabamos las motos armadas, desarmadas o incompletas. Esta medida fomenta la fabricación nacional, derrama mano de obra hacia los proveedores”.

Comparando el valor de las partes, Stefanuto señala: “No tenía sentido incorporar partes nacionales porque costaba lo mismo traerlas completas que incompletas. Como fabricar una parte acá es muy difícil y no se puede competir con China, se traía el 100%. Cuando venía de Europa o Brasil, si podían ser competitivas las partes nacionales”.

Los fabricantes o importadores decidirán en función del volumen y el nivel de complejidad si las traen completamente armadas o no. Hasta ahora las Pymes del sector se dedicaban a fabricar para el mercado de reposición, ya que casi no se ensamblan motos con partes nacionales. Coinciden en la cámara que es “un premio al que invierte en fabricar partes de motos, al que toma mano de obra, compra máquinas”.

Los números de ventas del sector comienzan a preocupar a industriales, más que a importadores. En 2017 se vendieron 698.709 motos, pero en 2018 la cifra cayó un 16% y quedó en 583.027. Stefanuto sostiene: “Para este año, tendremos una fuerte caída en ventas. Calculamos que no superaremos las 400.000 unidades. Hasta que no se recupere el poder adquisitivo y baje el costo financiero del dinero es muy difícil que nuestro sector se recupere. Nuestro mejores años fueron en 2011 o en 2013 cuando vendimos 724.000 unidades”.

Cuando analiza las causas, Lino Stefanuto señala: “El 2018 arrancó mejor que el 2017, pensamos que íbamos a batir récords. Pero el primer golpe devaluatorio de casi mitad de año nos empezó a complicar. Subieron las tasas para compensar la subida del dólar, se retrajo el crédito y la moto más económica se compra con crédito y se vio muy afectada”. Pese a todo, con este decreto 81/209, el sector cree que se beneficiará.

Fuente: BAE Negocios