POLÍTICA ECONÓMICA

Ruralistas preparan reuniones en distintos puntos del país

Con un poco de respiro tras el seco y caluroso enero, los ruralistas empiezan a movilizarse para exigir cambios tributarios y soluciones urgentes para cereales, carne y lácteos.

Aunque las lluvias de la última semana no trajeron el alivio que esperaban los hombres de campo, sí significaron un pequeño respiro en medio de la profunda sequía que mantiene amenazada la producción total de la cosecha gruesa (principalmente soja y maíz) 2011/12.

Con ese respiro y pasadas las primeras semanas del año, los ruralistas se preparan para un febrero cargado de asambleas y reuniones en distintos puntos del país, que podrían derivar en alguna protesta para el mes próximo. Los tamberos ya alertaron que si no se les otorga una suba en el precio que reciben por su producción están dispuestos a protestar a la vera de las rutas, mientras que productores de las zonas de Brandsen arrancarán hacia el final de la semana con asambleas distritales que se replicarán en distintas zonas de la pampa húmeda y que tiene otra cita, el jueves 23, en Chacabuco.

En las asambleas, además de evaluar el impacto de la sequía en cada partido y las medidas que se hayan puesto en marcha –Buenos Aires amplió la semana pasada declaración de emergencia agropecuaria a 22 distritos–, se elevará un listado de dificultades que cada producción presenta para este año y los posibles pasos a seguir.

Es que a los problemas derivados de la falta de lluvias se suman un cúmulo de reclamos irresueltos que para los ruralistas, tanto bases como dirigentes, son indispensables para que la actividad recupere márgenes y pueda seguir apuntalando el crecimiento económico, en un contexto no tan favorable como en los años previos.

Entre esas cuestiones pendientes la baja en las alícuotas de las retenciones a las exportaciones sigue siendo uno de los principales reclamos del campo, aun cuando sepan que el Gobierno no entregará esa bandera y menos en un año donde el ingreso de divisas al Tesoro por ese concepto caerá en torno a u$s 3.000 millones como consecuencia de la reducción de la cosecha. Los dirigentes no descartan insistir en el Congreso, a pesar de la mayoría oficialista, con el tratamiento de iniciativas para disminuir los derechos de exportación. Tampoco descartan poner en la discusión de una reforma impositiva integral.

Pero más allá de las retenciones, o la ayuda crediticia para los afectados por la sequía, los ruralistas quieren que de una vez por todas se den respuesta a los problemas en la comercialización de cereales, carnes, lácteos que el sector enfrenta desde hace cinco años.

Sobre los granos, sigue habiendo malestar a pesar del lanzamiento del nuevo esquema comercializador, por el cual se liberaron 2 millones de toneladas de trigo a la exportación. Los productores dicen que el sistema no cambia demasiado lo que ocurre desde 2007, y que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sigue teniendo la última palabra en un mercado más que distorsionado.

Por su parte, los tamberos exigen una mejora de al menos 15% en el precio que les pagan las industrias. Pero las lácteas afirman que el incremento que podrán dar desde marzo no superará el 6%, lo que pone a los productores al borde de medidas de fuerza. Así lo advirtió la comisión de lechería de la Federación Agraria (FAA).

Fuente: Cronista.com