ECONOMÍA
Según consultoras la industria continúa en etapa recesiva
La actividad industrial continúa atravesando por "una fase recesiva" por un retroceso "severo" en el nivel de competitividad, y su recuperación presenta varios "interrogantes", según diagnosticaron consultoras privadas.
Para el Instituto para el Desarrollo Social de Argentina (IDESA) se "consolida la retracción" de la producción industrial debido a un "severo retroceso en la competitividad".
"Los problemas fueron transitoriamente disimulados gracias a la mega devaluación del año 2002 y posteriormente a la apreciación cambiaria de Brasil. Pero estos fenómenos se están agotando", planteó.
En este sentido, la consultora refutó el argumento oficial que vincula la contracción fabril al impacto de la crisis que sufren los países desarrollados. "Si este diagnóstico fuera correcto, similares impactos deberían estar ocurriendo en los países vecinos", replicó, e indicó que, entre abril y agosto, la actividad industrial creció en Uruguay 5,1 por ciento; en Chile se expandió 2 por ciento; y en Perú trepó 1,8 por ciento. En cambio, contrastó que, en ese lapso, la actividad industrial cayó en Argentina 2,9 por ciento, y en Brasil, bajó 3,6 por ciento, y remarcó que ambos países "sufren severas pérdidas de competitividad".
"La clave para sostener el crecimiento con equidad es revertir el intervencionismo exacerbado e irracional del Estado y avanzar en una agenda seria de planes que apunten a superar las deficiencias de infraestructura y de servicios básicos y a mejorar la calidad institucional incentivando, por esta vía, la inversión y la generación de empleos productivos", afirmó. En la misma línea, la consultora Finsoport evaluó que, con excepción de las Industrias de Alimentos y Bebidas, y Textil, el sector manufacturero "continúa transitando por una fase recesiva", y dijo que su recuperación "depende principalmente del crecimiento de la demanda externa (fundamentalmente de Brasil) y/o de la construcción".
Además, consideró que las restricciones a las importaciones adoptadas por el gobierno "no resultaron efectivas para promover la producción de diversos sectores", y mencionó como ejemplo el rubro Metalmecánica, que registró en setiembre una caída de 4,3 por ciento interanual. No obstante, señaló que la recuperación de la actividad manufacturera "presenta diversos interrogantes".
Al respecto, advirtió que algunos sectores se tornaron "extremadamente dependientes" de las trabas a las importaciones, y sostuvo que un eventual "relajamiento" de esas restricciones "pondría en serias dificultades su desempeño".
Para Finsoport, las barreras a las importaciones "deberían relajarse" en los próximos meses, dado que su continuidad "amenaza no sólo la provisión de insumos y de bienes de capital necesarios para el proceso productivo, sino que también ha generado represalias por parte de nuestros principales socios comerciales".
En ese contexto, prevé una "sensible ralentización" para la dinámica de la actividad textil en el mediano plazo. En segundo lugar, alertó que algunas actividades de la Industria de Alimentos y Bebidas, atraviesan por "problemas significativos de rentabilidad", por lo cual proyectó una "interrupción de su dinámica expansiva en el mediano plazo".
En cuanto a los factores estructurales, explicó que la industria evidencia un "elevado uso de su capacidad instalada, que para peor no coincide con proyectos de inversión significativos".
"El crecimiento industrial se torna crecientemente débil en tanto continúa deteriorándose su competitividad en el contexto de un modelo macroeconómico de elevada inflación", concluyó.

