Uruguay restringirá el pago en efectivo de operaciones inmobiliarias, ahuyentando a los inversores nacionales

La ley establece que el pago de cualquier operación inmobiliaria deberá cumplirse a través de medios electrónicos, encendiendo la luz de alarma entre los argentinos, que acostumbran a operar en efectivo. La Ley de Inclusión Financiera, que entró en vigencia este mes en Uruguay, estableció en una primera etapa estímulos impositivos al uso de las tarjetas de débito y de crédito en operaciones comerciales, y a partir del año próximo restringirá el pago de operaciones inmobiliarias superiores a u$s 5.000.

Asimismo, la misma ley que en 2017 hará obligatorio el cobro de salarios a través de tarjetas de débito, fijó que a partir del 1 de noviembre próximo el pago de alquileres se hará a través de una cuenta bancaria cuando supere los u$s 400 mensuales.

Si bien la ley pretende transparentar las operaciones financieras en el país, encendió la luz de alarma entre los argentinos que tienen propiedades en alquiler en el país vecino, especialmente en centros turísticos, y también entre los que pretendan comprar o vender algún inmueble "sin dejar huella".

Al respecto, el director ejecutivo de la gerenciadora argentina de patrimonios FDI, Mariano Sardáns, dijo al diario uruguayo El País que la anulación de pagos y cobranzas en efectivo para esas operaciones "complicarán a muchos argentinos".

La ley establece que el pago de cualquier operación inmobiliaria deberá cumplirse a través de medios de pago electrónicos emitidos por una institución de intermediación financiera a nombre del comprador.

Las escrituras de compraventa deberán registrar los detalles de cómo se concreta la operación, incluyendo los números de cuenta, sus titulares y el banco, en caso de que la operación de pago o cobro se realice en un banco fuera de Uruguay.

"Los argentinos acostumbran a comprar en efectivo. Si abren la cuenta bancaria, no pueden hacerlo en el anonimato y hoy con el acuerdo de intercambio de información tributaria las cuentas van a estar alcanzadas en ese intercambio", afirmó Sardáns, en alusión a la normativa que permite a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) conocer el detalle de los movimientos financieros de argentinos en ese país.

El ejecutivo admitió que entre los argentinos que operan en Uruguay "la mayoría son reacios, o porque no lo tienen declarado o por otras razones".

La nueva legislación uruguaya prevé además que pasen al formato electrónico otras transacciones muy usadas por los argentinos como el cobro y pago de alquileres, que también estará limitado para su realización en efectivo. En este caso, el pago deberá hacerse "mediante la acreditación en una cuenta abierta en una institución de intermediación financiera a nombre del arrendador", según la norma.

La identificación de la cuenta deberá constar de forma obligatoria en los contratos que se celebren a partir de la entrada en vigencia de la ley, y en los contratos que ya estén en curso la parte arrendadora deberá comunicar al deudor la cuenta en la que deberán acreditarse los pagos.

También se deberá realizar de forma electrónica el pago de honorarios profesionales y de gastos, como por ejemplo, a administradores de consorcios para el pago de expensas o gastos comunes.

Sardáns explicó que hay "preocupación" entre clientes, compradores inmobiliarios y profesionales de la Argentina que consultan y que tienen "dudas" respecto a "qué significa" la Ley de Inclusión Financiera. "Uruguay lo que quiere es formalizar toda la economía y está haciendo las cosas bien. Ahora a los argentinos eso los complica y van a pensar las cosas diez veces más. No quieren dejar huella", expresó el ejecutivo.

Ambito Financiero - Nota - Sup. Real Estate - Pag. 2 Oportunidades para inversores chilenos en la Capital

Los inmuebles en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires son un 33% más económicos que las propiedades en los barrios emblemáticos de Santiago de Chile, por lo cual la plaza argentina se presenta como una opción interesante de inversión para los habitantes del país vecino. Así se desprende de una publicación del diario trasandino El Mercurio, que identifica a zonas como Barrio Norte, Belgrano, Palermo, Recoleta y San Telmo como los polos más atractivos para el capital chileno.

Según cifras del sitio especializado Reporte Inmobiliario, el valor promedio de un departamento usado de 60 m2 en dichos segmentos del mercado porteño asciende hasta los 2.108 dólares/m2. Por el contrario, el diario consigna que las unidades de entre 55 y 65 m2 en las comunas de Las Condes, Vitacura y Providencia convalidan un precio en torno a los 3.139 dólares/m2. Como sucede en el mercado financiero, la plaza argentina exhibe un importante atraso en comparación con sus pares regionales, de manera que poseen un amplio potencial de subida en el mediano plazo.

"Con precios bajos para el inversionista chileno y una demanda interna que está lejos de presionar a cualquier alza, el escenario parece a primera vista como inmejorable para los compradores nacionales", apuntó El Mercurio. "Pero hay dos grandes factores que generan complicaciones en la compra: el ingreso de divisas a ese país y la baja rentabilidad actual que presentan los inmuebles", advirtió.

Las restricciones cambiarias no son ninguna novedad: si un inversor chileno decide mover sus dólares por medio de una transferencia bancaria, deberá liquidarlos al tipo de cambio oficial, y después verá limitada su capacidad de reconvertirlos a moneda norteamericana. En caso de llevar el efectivo directamente, la ley chilena los obliga a declarar los ingresos superiores a u$s 10.000, involucrando a la AFIP en el proceso.

Con respecto a la rentabilidad, el retorno promedio en los barrios más atractivos de Santiago se ubica entre el 5 y el 7,5 por ciento anual, mientras que en Buenos Aires no superan el 3,5%. San Telmo lidera el ranking de rendimientos con un 3,48%, de acuerdo con Reporte Inmobiliario. La apuesta de los operadores consultados por el matutino chileno, es que estos valores regresen a los niveles anteriores al cepo cambiario, cuando ofrecían una rentabilidad anual en torno al 5,5%.

Fuente: ámbito.com