Ventas en supermercados volvieron a caer en febrero

Las ventas en el rubro consumo masivo cayeron un 4,1% interanual en febrero, según los datos que releva la consultora Scentia. La baja fue aún más pronunciada en el canal supermercados, donde el desplome fue del 8,3%. Categorías como bebidas alcohólicas tuvieron bajas de hasta el 17,6% y la alimentación decreció a un ritmo del 7,4% en promedio. Hay tres índices alarmantes sobre la crisis que preocupan a las grandes cadenas. Cada vez más a menudo los clientes dejan productos en la línea de caja, las ventas solo se recuperan en las fechas de cierre de las tarjetas de crédito y los consumidores bajan a las terceras marcas. También cae el ticket promedio en términos reales.

El dato permite anticiparse a la medición del INDEC, que este jueves publicará los datos del segundo mes del año respecto a consumo en supermercados, autoservicios mayoristas y centros de compras.

“No encuentran piso”, así describió la situación actual de ventas un importante referente del sector comercial. Lo cierto es que ya se acumulan tres meses consecutivos en rojo para el consumo masivo y todo parece indicar que marzo seguirá el mismo camino. Los datos de la primera quincena dan cuenta de una nueva caída en supermercados al ritmo del 9% interanual.

Como era de prever, en productos cuya demanda es más elástica, la caída se agravó. Por ejemplo, las bebidas alcohólicas tuvieron una baja del 17,6%. Los consumos “impulsivos”, aquellos que se encuentran por ejemplo en línea de caja, se desplomaron un 12,3%. En el caso de los que forman parte de la canasta básica, las caídas fueron del 7,4% para los alimentos y del 9,8% en limpieza e higiene.

Estrategias de las grandes firmas El escenario de bajas es generalizado. Las grandes firmas industriales trabajan en reducir al máximo sus costos porque anticipan un año difícil. Otra de las estrategias es el impulso a las segundas marcas, pero sobre todo a las terceras. Entienden que hacia allí están migrando los consumidores en busca de mejores precios.

Este es un dato que llamó la atención de los supermercadistas porque más allá de la caída en unidades vendidas, trae aparejado una baja del ticket promedio en términos reales. Aunque por otro lado, afilan los cañones de las marcas propias cuya participación en el mercado viene creciendo a una velocidad inusitada.

Otro índice que llamó la atención de las grandes cadenas es el de financiamiento con tarjetas de crédito de las compras corrientes. Puntualmente perciben que las ventas en salón se recuperan cuando coinciden las fechas de cierre de las tarjetas porque eso permite patear el pago 45 días hacia adelante con el próximo vencimiento. Al alejarse de esa fecha, las ventas se caen rápidamente.

El último y más alarmante de los puntos, es el crecimiento de la reposición de productos en línea de caja. ¿Qué significa esto? Consumidores que dejaron artículos luego de realizar la fila porque cuando la cuenta llegó no contaban con el dinero suficiente para realizar el pago. Una foto cada vez más común en los comercios, incluso los de grandes superficies.

Fuente: Ambito