ECONOMÍA

Ya hay lista de espera para comprar máquinas contadoras de billetes

La contadora de billetes se ha convertido en un implemento más de muchas empresas, como en su momento lo fue una computadora o una impresora”, advierten en Elwic, una compañía que comercializa estos artefactos y, al igual que sus competidores consultados para esta nota, estiman que la demanda aumentó un 50% en un año.

Si bien el precio promedio puede rondar los $ 6.000, hay algunas más sofisticadas de hasta $ 50.000, aunque en Dasa, por ejemplo, contaron que venden una máquina portátil a $ 1.335 más IVA que funciona a pilas y permite contar 600 billetes por minuto.

“Pasó de ser un producto exclusivamente de los bancos a extenderse a los supermercados y a las estaciones de servicio, para pasar a ser hoy un artefacto que usa cualquier comercio que maneje mucho efectivo; hasta frutihortícolas y molinos harineros”, comenta Víctor Rosas, gerente comercial de Galantz, que comercializa 150 contadoras por mes que salen entre $ 4.000 y $ 12.000.

El ejecutivo pone el grito en el cielo por la cantidad de máquinas importadas paradas que descansan en la Aduana: “Tenemos un embarque que nos llegó hace dos meses y no nos lo dejan sacar, pese a que están todas pagas, con sus respectivos impuestos. En total, tenemos tres embarques: dos que vinieron por avión a Ezeiza y otro por barco, y los tres están durmiendo en Aduana, mientras en 30 días llegará el próximo embarque. Está todo vendido desde hace dos meses, pero no las podemos entregar porque el despachante todavía no nos lo manda”, se queja Rosas, quien anota en una lista de espera a los interesados, ya que desde hace un mes se quedó sin siquiera una contadora para vender. Lo salva el servicio técnico que realizan mensualmente para los bancos y cada tres meses para las pymes, ya que la suciedad de los billetes suele tapar los sensores.

En otra compañía del rubro, que exigen el anonimato, explican que el incremento del 50% anual en las ventas obedece a la inflación y a la cantidad de billetes que los empleados tienen que contar: “Muchas empresas prefieren comprar estas contadoras para así reemplazar a un operario o recortar personal. Pensá que pueden contar 1.500 billetes por minuto, contra lo que tardaría un empleado en hacerlo manualmente con la ayuda de un humecedor dactilar, que funciona como una suerte de esponjita”, advierten.

Inmobiliarias, escribanías, firmas de vending, de cobro de facturas y las financieras son clientes usuales. De hecho, no existe cueva de la City que no tenga al menos una contadora de billetes, ya que de lo contrario no podrían trabajar.

Las máquinas más modernas permiten detectar billetes falsos y hasta hacen el “bacheo”, como se le denomina en la jerga a armar fajos de billetes de a 100 o del número que uno necesite, que sirve para separar el dinero para pagar sueldos, por ejemplo. También son demandadas las escaneadoras de billetes, indispensables para detectar la plata falsa, que aumentó mucho su circulación, según informan en Asensio. La detección ultravioleta muestra que el papel sea el original, pero muchos falsos están tan bien hechos que pasan esta prueba, por eso ahora escanean la imagen, para chequear la impresión, que no la pueden copiar.

Fuente: Cronista.com