JOSÉ ABELLI | PRESIDENTE DE F.A.C.T.A.

Autogestión: de trabajador a dueño de una empresa recuperada

Mucho se habla en los medios de comunicación sobre trabajadores que toman fábricas abandonadas por sus dueños de la noche a la mañana, pero son muy pocas las personas que realmente están interiorizadas en los factores que llevan a dichos actos y de cómo siguen evolucionando dichas empresas una vez que dejan de ser noticias.

Por ello, en una entrevista con el presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (F.A.C.T.A.), José Abelli, habla sobre las particularidades que diferencian y le dan sentido a las empresas recuperadas. Modos de organización, estatuto legal y condiciones laborales, son algunos de los puntos más importantes.

¿Qué diferencias existen entre las empresas recuperadas y las tradicionales?

Éstas son empresas de personas y no de capital, sus asociados no integran dinero, aportan sus conocimientos y su fuerza de trabajo, todos tienen derecho a elegir y ser elegidos, para ocupar los cargos ejecutivos de la Cooperativa y la designación es democrática, un asociado es igual a un voto. Es decir, las empresas recuperadas forman parte de lo que se conoce como la economía social.

¿Cuál es la situación actual de las fábricas recuperadas?

Si tomamos en cuenta que los trabajadores comienzan a gestionar las empresas sin ningún capital, crédito o subsidios, la situación económica, productiva y competitiva de las empresas recuperadas está consolidada. Actualmente, las fábricas recuperadas ocupan, de forma directa, a unos diez mil (10.000) trabajadores y facturan cerca de u$s 300 millones de dólares anuales, según datos de 2006.

¿A qué sector se destina la producción?

La mayoría de estas empresas comercializan sus productos en el mercado interno. Asimismo, algunas firmas, como Pauny Zanello, fabricante de tractores, y Textil Pigue, la ex Gatic, exportan parte de su producción a países de América Latina, Europa y Europa del Este.

¿En qué sector productivo desarrollan su actividad?

En general, las empresas recuperadas se concentran en el sector de alimentos, textil, calzado, gastronomía, metal mecánica y agroindustria.

¿En qué momento las fábricas recuperadas se consolidan como un actor más en la economía nacional?

La autogestión de los trabajadores a partir de la quiebra de las empresas es relativamente nueva. De hecho, las primeras firmas recuperadas surgieron a partir de la crisis de 2001, aunque ya se habían producido algunas tomas durante la década del ’90.

¿La legislación actual es acorde a los requerimientos de este tipo de firmas?

Argentina posee una legislación bastante progresista en materia cooperativa. Pero en el caso particular de las empresas recuperadas, por ser una situación económica y social nueva, la legislación es insuficiente. Incluso todavía no hay ninguna legislación que defina a ciencia cierta a quién le corresponde la propiedad de una empresa cuyos dueños declararon quiebra.

¿Cuál es la situación legal de las empresas recuperadas?

Muchas de las empresas, han conseguido una ley de expropiación, una solución de emergencia que no resuelve la propiedad de los activos de la empresa fallida. Por lo tanto, es imprescindible una legislación acorde que contemple a la empresa como un bien social, ya que el derecho al trabajo es un precepto constitucional. Además, si las firmas desaparecen no sólo se pierden puestos de trabajo sino que el país pierde competitividad a nivel mundial.

¿Qué implica que no haya una legislación que contemple todas las particularidades de una empresa recuperada?

Los mayores inconvenientes están relacionados con: la seguridad social, los accidentes laborales o la integración de capital. Al no existir una contraparte laboral (los dueños, por ejemplo) que realice los aportes, la ley no permite que se puedan realizar los aportes jubilatorios a una caja como cualquier otro trabajador. Lo mismo sucede con las condiciones para las aseguradoras de riesgo de trabajo por accidentes laborales y con las obras sociales. Estas últimas son las diferencias más importantes que existen desde lo legal.

En el resto del mundo, ¿la situación legal es similar?

En los Estados Unidos, durante la crisis de los años ’30, se incorporó a la Ley de Quiebras a las empresas como un bien social y permite su recuperación. De hecho, algunas conocidas firmas como la fabricante de motos Harley Davison es una recuperada y la línea aérea United, también.

¿Por qué la mayoría de las firmas recuperadas tienden a conformarse como cooperativas?

Porque las cooperativas son empresas democráticas y poseen una forma jurídica que permite mantener la propiedad social y fácilmente adaptable a las condiciones estructurales de las empresas autogestionadas.

¿Cuál es la situación de los trabajadores en comparación con las empresas tradicionales?

La diferencia más importante es que somos empresas sin patrón, es decir, la propiedad pertenece al conjunto de los trabajadores asociados y de manera colectiva. Todos los integrantes deciden quienes toman las decisiones, cuánto ganan y qué invierten. Es un mundo absolutamente distinto al del trabajador de una empresa privada.

¿Qué pasa con los trabajadores que se incorporan en un plazo posterior a la toma de la fábrica? ¿Son socios o empleados?

El objetivo es que todos los trabajadores sean asociados, por lo que –luego de un período de tres meses de prueba– son incorporados como asociados en igualdad de condiciones. De todas maneras, pueden existir situaciones puntuales donde se precise personal para cubrir la producción eventual en alta temporada o en vacaciones o se necesite el asesoramiento de algún especialista o profesional. En esos casos, se realizan contratos de locación de servicios o temporarios.

¿Cuáles son sus principales inquietudes como presidente de la Federación?

Desde nuestra entidad, estamos intentando afianzar las relaciones de producción entre las firmas y en la Red de Trabajo Autogestionado, tanto en el mercado interno como en el mercado internacional. Además, queremos que las firmas se equipen con nuevas tecnologías informáticas, de administración, y de producción y de mercado. A nivel gubernamental, solicitamos la creación de mecanismos de financiación y de acceso al crédito que permita que los trabajadores obtengan la propiedad de los activos productivos, bienes muebles, máquinas y herramientas, y el financiamiento de capital de trabajo.

¿Cuáles son sus expectativas a largo plazo?

Si las condiciones macroeconómicas y el poder adquisitivo de los salarios se mantienen estables, las empresas recuperadas tendrán un importante crecimiento en facturación y cantidad de trabajadores ocupados, debido al capital acumulado y la consolidación en el mercado.

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Esta entrevista fue publicada por primera vez en septiembre en la Revista "Técnica Societaria, Concursal y Pericial" editada por la editorial Aplicación Tributaria S. A.

Por Lic. Mariana Leiva

Exclusivo para Aplicación Tributaria S. A.