Industria vitivinícola está en alerta por reducción de reintegros: perdería u$s 55 millones

Luego de dos años que representaron los peores de los últimos 50 años, la vitivinicultura atravesaba este 2018 con entusiasmo a la luz de una cosecha que en promedio fue un 30% más alta que la registrada en 2017. Pero la decisión del Gobierno de recortar los reintegros a las exportaciones industriales -aún no oficializada- puso al sector en alerta porque la devolución de impuestos pone en juego unos 55 millones de dólares, que son clave para sostener los márgenes de rentabilidad.

Si bien todavía el Gobierno no publicó la correspondiente resolución en el Boletín Oficial, lo que comunicó el Ministerio de Hacienda es que habrá una reducción de un 66% sobre el monto total pagado en concepto de reintegros a la exportación, de acuerdo a un esquema diferenciado por producto. "La estimación que nosotros hacemos tomando como base las exportaciones de 2017 es que el sector dejaría de percibir 55 millones de dólares, suponiendo que los reintegros se eliminaran al 100 por cien de todo el complejo vitivinícola: vino, jugo de uva, uva de mesa y pasa de uva", explicó Carlos Fiochetta, gerente general de COVIAR en diálogo con ámbito.com.

El impacto de un eventual recorte de los reintegros sería bastante amplio porque la industria vitivinícola tiene una alcance federal ya que si bien en Mendoza es en donde se produce la mayor cantidad de uva y de vino, hoy se produce uva en 18 provincias del país con lo cual también se estarían afectando las economías de Mendoza, San Juan, Salta, Neuquén, Río Negro, Catamarca y La Rioja, entre otras. "Es un golpe muy fuerte para las economías regionales en las cuales se desenvuelve la vitivinicultura", alertó Fiochetta.

Como se sabe, los reintegros son la devolución que el Estado realiza de los impuestos que se pagan dentro de una cadena productiva y de comercialización entre los que se encuentran tributos nacionales (Débitos y Créditos bancarios, derechos de importación y tasa estadística), tributos provinciales (Ingresos Brutos y Sellos) y municipales (tasa de seguridad e higiene).

Un reciente estudio del Observatorio Vitivinícola analizó el valor de los impuestos contenidos en el precio FOB de los productos vitivinícolas exportados, donde se cuantificaron todos los tributos correspondientes al proceso de comercialización de vino argentino en el exterior, incluyendo los impuestos que se pagan tanto en forma directa de cada uno de los eslabones - agrícola, industrial y comercial - más el aporte indirecto que considera las interdependencias sectoriales hacia atrás y hacia adelante.

En el estudio se concluyó que estos impuestos representan un porcentaje mayor al porcentaje del reintegro recibido. Por caso, en los reintegros a las exportaciones del vino fraccionado (de 6% sobre el valor FOB) se concluyó que el porcentaje de impuestos contenidos en el valor promedio FOB es de a 8%, es decir un 2% mayor al reintegro recibido. Pero además, la industria presenta un 65,4% de carga impositiva, en tanto que en la producción primaria tiene una presión tributaria del 43,4%.

A partir de estos resultados, el sector venía solicitando al Gobierno la necesidad de aumentar los reintegros a las exportaciones de forma de compensar los tributos internos que los exportadores pagan en las distintas etapas de producción y comercialización de vino, como una forma de disminuir la presión fiscal sobre las exportaciones vitivinícolas.

"La verdad que esta medida nos tomó por sorpresa porque veníamos trabajando en un esquema de aumento de reintegros porque el sector vitivinícola al tener una cantidad de eslabones tan grande con la producción de uva, de vino, el fraccionamiento, etc, tributa muchos impuestos en ese proceso. Con lo cual lo que veníamos trabajando con Agroindustria y con Producción era un esquema de aumento de los reintegros", explicó Fiochetta.

Exportaciones

Además de la venturosa cosecha, la suba del dólar también implicó para la industria vitivinícola una inyección de competitividad para reimpulsar las exportaciones que desde 2010 habían dejado de crecer. Al respecto, Fiochetta dijo que "el aumento del tipo de cambio de alguna manera estaba sirviendo para reimpulsar las exportaciones de vino que había reaccionado bastante rápidamente con lo cual bajar los reintegros es contraproducente".

La reducción de los reintegros implica para el sector tener que volver a analizar el esquema exportador para afinar los números y renegociar contratos con la contraparte extranjera. "En el caso del vino en donde tenés productos en todas las categorías, para los vinos básicos que se exportan a granel 3 o 4 puntos afecta muchísimo a la producción", sostuvo el Fiochetta.

Fuente: Ambito