ENTREVISTA | OSCAR DÍAZ Y SERGIO LOZANO

"Los contadores deberían asegurar la información contable que trasmiten al fisco"

La seguridad es uno de los problemas que más inquietan a los profesionales sobre todo a medida que se extiende (y casi se hace obligatorio) la presentación de documentos en soportes digitales.

En una entrevista exclusiva para ELE-VE, los desarrolladores del primer Compact Disk (CD) con medidas de seguridad, los dres. Sergio Lozano y Oscar Díaz, nos cuentan sobre los beneficios que trae aparejado el uso de este tipo de tecnología.

Sergio Gustavo Lozano egresó como abogado de la Universidad de Buenos Aires. Además, es perito en papiloscopía y scopometría.

Oscar Norberto Díaz egresó como contador público de la Universidad de Buenos Aires. Además, es perito en papiloscopía y documentología. Es autor del libro Dólar la moneda del siglo editado por Aplicación Tributaria S. A.

¿Cuál es la situación de los profesionales en relación a la seguridad?

Díaz: Los actos delictivos obligan a las empresas y profesionales a contar herramientas para prevenir el fraude y -fundamentalmente- para esclarecer los delitos. En mayor grado, los contadores necesitamos proteger la información contable que enviamos a distintos organismos de control para que no se cuestione la autenticidad de nuestros documentos.

¿Qué herramientas se ofrece en el mercado?

Díaz: La seguridad profesional se base principalmente en la utilización de tres tipos de soportes que son seguros, inalterables y duraderos en el tiempo: tintas (para escribir o imprimir), papeles y CD. Todos ellos con medidas de seguridad.

¿Cuáles son las características de dichos papeles?

Lozano: Los papeles cuentan con microletras, marcas de agua, hologramas y numeración, tal es el caso de los billetes.

Usted menciono que el CD servirá para detectar posibles fraudes, ¿cuál es el mecanismo?

Díaz: El CD cuenta con las medidas necesarias para esclarecer el delito. Por ejemplo, si un falsificador cambia un CD con un balance por otro, esa maniobra podrá esclarecerse porque el soporte original tenía medidas de seguridad y el otro, no.

¿Qué validez legal tiene este CD?

Lozano: Actualmente, algunos organismos le asignan el carácter de instrumento público. Es decir, el soporte físico (no el contenido) tiene pleno valor probatorio. Por ello, creemos que estamos muy bien posicionados en el mercado.

¿Los profesionales necesitarán algún conocimiento adicional para manipular este CD?

Lozano: No, ninguno. El profesional debe manejarse con él como si fuera un CD comercial. La única diferencia es que deberá en el caso de pérdida el propietario deberá denunciarlo ante las autoridades para resguardarse ante eventuales inconvenientes. Tal como sucede cuando una persona extravía o le roban el documento de identidad.

¿De qué manera se comprueba la autenticidad de este soporte?

Díaz: En el momento de la venta, cada soporte es anotado en un registro. Allí, se especifíca al comprador y el código con que se identifica a la empresa adquiriente, la fecha de fabricación y venta, y demás señas particulares. Por ello, en caso de problemas, un peritaje podrá determinar si el soporte es auténtico.

¿Qué pasa con el contenido de este soporte?

Díaz: En ese caso, los profesionales deberán recurrir a otras medidas de seguridad como, por ejemplo, la firma digital. Son dos herramientas distintas.

¿Cómo surgió la idea de desarrollar este producto?

Lozano: En la medida que los organismos de control le dieron la opción a los profesionales de hacer sus presentaciones en formato digital, nosotros comenzamos a desarrollar este producto con la intención de brindarle al profesional un soporte seguro.

¿Qué opina sobre los aplicativos utilizados por la AFIP?

Díaz: Los aplicativos son muy buenos pero tienden sólo a asegurar el contenido de la información. Nadie habla de proteger el soporte físico que contiene esos datos.

¿Algún organismo oficial ya adquirió el CD?

Lozano: Sí, el Ministerio de Economía y Producción lo está utilizando para archivar los scanner de las facturas que rinden los funcionarios.

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