Advierten sobre el riesgo de aplicar medidas de ajuste fiscal con objetivos estabilizadores

El director del Instituto de Estudios Laborales de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), Raymond Torres, dijo hoy que la recuperación del empleo global tras la crisis financiera “será muy lenta, debido a imperfecciones del mercado”.

Al mismo tiempo advirtió sobre el riesgo de aplicar medidas de ajuste fiscal con objetivos estabilizadores, ya que pueden resultar “contraproducentes, porque podrían dañar el empleo”.

Al hablar durante las Jornadas Monetarias y Bancarias 2011, organizadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), Torres consideró necesario “implementar políticas de inclusión y actuar a nivel del mercado, porque si no las desigualdades continuarán creciendo y la situación será más difícil de resolver”.

El funcionario de OIT cuestionó el modelo de crecimiento que estalló en 2008, basado en la desregulación financiera; la libre circulación de capitales; la moderación salarial (lo que en algunos casos implicó recortes); y una protección social limitada.

“La expectativa era que ese modelo iba a llevar a una mayor eficiencia y prosperidad, con más ganancias e inversiones empresarias y puestos de trabajo, pero eso no se cumplió y las desigualdades de ingresos aumentaron”, evaluó Torres.

Agregó que “hubo una gran declinación de la participación de los salarios, e inclusive avanzaron menos que la productividad; las inversiones (en términos de porcentaje del PIB) no aumentaron, e incluso bajaron; el volumen de empleo se mantuvo estable; y los trabajos que se crearon a menudo eran precarios”.

Torres sintetizó que “este modelo no funcionó, le fue mejor a los países que no lo aplicaron”, como es el caso de América latina, donde hubo mejoras pese a que persiste la desigualdad.

El directivo de OIT sostuvo que el fracaso se debió a que “las mayores utilidades empresarias se usaron para invertir en mercados financieros, con lo cual algunas empresas se convirtieron casi en bancos: los resultados generados en el sector financiero fueron más importantes que la renta de la economía real”.

Para Torres, las empresas tienen dificultades de pensar a largo plazo y después de una crisis hacen contratos inestables, interinos y se eleva el empleo informal, como se ve en la actualidad.

En ese contexto, “hay mucha gente que queda fuera del mercado laboral y los gobiernos tienden a reaccionar de manera prudente con los programas sociales, e inclusive los recortan, porque piensan que se va a reducir su espacio de maniobra”.

El panorama se agrava, según el funcionario de OIT, porque los trabajadores y sus asociaciones pierden poder de negociación.

Por eso, recomendó Torres, deben abordarse con claridad las cuestiones de economía política y precisar los impactos de las reformas de política en los niveles de crecimiento y de empleo.