"Argentina adolece de un problema de inversión"

Rodeado de ejecutivos de finanzas y empresarios, Roberto Feletti reconoció que "Argentina adolece de un problema de inversión, y esto detiene el crecimiento". Según planteó el diputado kirchnerista, esto fue impulsado desde 2012 por la escasez de divisas ante una balanza comercial desfavorable, por lo que no reposó toda la responsabilidad en los empresarios, sino que la compartió con el Estado.

El gran volumen de deuda dolarizada que venció en los últimos años, el desequilibrio con Brasil y el desbalance de divisas en el sector energético se ubican detrás de la restricción de billetes verdes y la sangría de reservas del Banco Central que por ahora se calmó. Eso, a su vez, ha complicado los proyectos de ampliación y construcción que precisan importar maquinarias e insumos caros. Feletti rescató ante ello que "no hay inconvenientes estructurales con el consumo ni las exportaciones".

"Hubo un autofinanciamiento con reinversión de utilidades, que se ahorcó desde el momento en que comenzó a mermar el ingreso de dólares", contó el diputado, a lo que admitió: "Es cierto que el Gobierno nunca planteó un financiamiento a tasa baja y largo plazo". Con esto le restó impacto al efecto de los Créditos del Bicentenario que ha promovido el Ejecutivo, además de los múltiples programas de incentivos a la industria.

En pos de volver en el futuro a los mercados internacionales de crédito, Cristina de Kirchner arregló con las empresas que litigaban al país ante el CIADI, le pagó a Repsol cerca de u$s 6.000 en títulos públicos y acordó el desembolso de u$s 9.700 millones al Club de París. En ese marco, Feletti dejó un mensaje para el siguiente Gobierno: "Deberán terminar de reordenar el frente externo en caso de que no se resuelva este año el juicio de los fondos buitre en la Corte Suprema de Estados Unidos".

Gracias a esos pasos "hay un claro apetito por los bonos soberanos y de compañías argentinas", comentó. Sin embargo, los causales de fondo de la falencia de divisas deberán enfrentarlos el siguiente Gobierno. Los próximos desafíos, según detalló, serán terminar de "reordenar" la deuda defaulteada, robustecer el mercado interno y el Mercosur, y mejorar las relaciones internacionales, lo que incluye cambiar estructuralmente el comercio con Estados Unidos.

Históricamente, las exportaciones del país han competido con las estadounidenses, pero con el descubrimiento de Vaca Muerta "puede comenzar una relación comercial simbiótica", dadas la necesidad de maquinaria y de liquidez que pueden satisfacer las grandes compañías del norte, afirmó el funcionario en el congreso del IAEF ante más de 700 ejecutivos, algunos de los cuales lo han conocido en su época de viceministro de Economía.

En el mismo panel disertó Gabriela Michetti, quien concentró su mensaje en la carencia de institucionalidad y el desafío por modificar el ejercicio de la política. Aunque arribó con diez minutos de retraso, fue la más ovacionada del salón.

"Tiene que haber una autorregulación en el poder para generar previsibilidad y confianza", le dijo a los empresarios. Fue luego de ello que la senadora del PRO polemizó al criticar que "no podemos invertir si pensamos que el Ejecutivo se va a apropiar del Poder Judicial".

El procesamiento de Mauricio Macri y las implicaciones de Amado Boudou en la causa Ciccone fueron temas que sorprendieron a los expositores en la ronda de preguntas. Ambos tuvieron respuestas ásperas: Michetti aseguró que el jefe de Gobierno no tiene vínculo con las escuchas ilegales en la Ciudad y Feletti defendió la presunción de inocencia del vice.

Un tema recurrente en la charla fueron los fondos buitre, que esperan al 12 de junio una decisión del máximo tribunal estadounidense, por lo que se despliegan dos escenarios optimistas para el país, uno neutral y otro malo. El más sencillo sería que falle a favor de Argentina; aunque la Corte también puede consultarle su opinión al Tesoro. El economista no se mostró preocupado por esta segunda, puesto que estimó que Barack Obama "tiene una visión favorable".

Por otro lado, los magistrados pueden no expedirse y dilatar el proceso otros tres meses. Pero también está la posibilidad de que avalen la posición de Elliot Management, Aurelius Capital y los otros grupos especulativos que buscan cobrar el 100% de las obligaciones en default. Esto sacudiría al país y abrir nuevas causas de quienes entraron en las reestructuraciones de deuda, dado que recién a fin de año vence la cláusula que le impide al Estado ofrecerles un mejor trato a los buitres que a los acreedores que aceptaron quitas. Pese a que en su presentación judicial el Gobierno afirmó que no desobedecerá el fallo si es adverso, Feletti no lo barajó como una posibilidad efectiva.

Fuente: Ambito.com