ECONOMÍA
Argentina dejó de ser la meca de los call centers
Hubo una época cuando la Argentina se convirtió en la meca del negocio de los call centers o, como les gusta llamarse, Centros de Contacto y Procesos de Negocios. Sin embargo, ahora la historia parece haber cambiado. Entre 2010 y lo que va de 2011 ya se retiraron del país tres empresas del rubro, en busca de tierras más fértiles.
Dos de ellas eran compañías medianas que decidieron cerrar sus puertas, lo que significó la pérdida de 1.400 puestos de trabajo. Pero no sólo las más pequeñas desistieron del mercado local: el año pasado la multinacional First Soures también bajó la persiana y dejó sin trabajo a 1.000 personas. Desde la Agrupación de Centros de Atención al Cliente de la Cámara Argentina de Comercio aseguran que desde 2009 “la Argentina perdió la oportunidad de radicar 15.000 nuevos puestos de trabajo”.
Según la cámara, que afirma que la industria “demostró ser la más potente generadora de puestos de trabajo registrados, calificados y de alto valor agregado” esta “ventaja social y económica no ha sido valorada localmente”. En consecuencia, las empresas decidieron emigrar a países como Chile, Perú, México, Uruguay y Colombia, cuyos gobiernos “aprovecharon” la situación, de la mano de “promociones gubernamentales a las empresas y a los empleados” a fin de lograr incrementar la prestación de estos servicios empresariales desde sus países y aprovechar, así, “los beneficios económicos y sociales que brinda esta industria”.
Fernando Peydro, presidente de Presidente de Clienting Group y miembro de la cámara que agrupa a las empresas de la industria, aseguró a El Cronista que estos dichos “no son un pronóstico, sino una cuantificación”. Hoy “no sólo no hay exportación de servicios, sino que estamos importando desde Paraguay, Chile y Perú”, indicó y afirmó que los demás países tienen políticas “más agresivas” a favor de la industria y que eso hizo que la Argentina quedara retrasada en el apoyo al sector. “A esto se le suma que la mano de obra hace unos años era el 65% del costo y hoy ya es el 85%”, y esa diferencia atenta contra la rentabilidad de las empresas.
Otro punto que resaltó el ejecutivo como “contrario a la industria” es la posible sanción de una ley para el sector que, entre otras cosas, reduce la jornada laboral. Esta norma, que se trataría hoy en el Senado, obligará a las empresas a otorgar dos fines de semana al mes al trabajador y aplica un máximo de 6 horas, entre otras medidas.
Peydro, que afirma que se pasará de 36 a 30 horas semanales, indicó que, “si se trabaja 20% menos, se va a cobrar 20% menos”.
Por último, el empresario reflejó el sentir del sector al asegurar que desde el Gobierno “tienden a valorar más 100 puestos en una industria que 500 en una actividad de servicios como esta. Hay funcionarios cortando cintas en fábricas pero nunca con nosotros”.
Según las cifras de la entidad, desde 2003 la industria creó 60.000 empleos nuevos, “la mayoría en el interior del país”. Con estos números, desde el sector privado aseguraban en 2008 que se habían alcanzado los 70.000 empleados. Pero de continuar esta situación, desde la cámara prevén más pérdidas de empleos, pasando a 59.000; un recorte de 11.000 empleos en sólo 2 años.
Fuente: El Cronista Comercial