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Argentina y Brasil intentarán destrabar el conflicto la próxima semana

Los gobiernos de Argentina y de Brasil encomendaron hoy los dos funcionarios que integran la denominada Comisión Bilateral de Monitoreo del Comercio Exterior desandar el camino del enfrentamiento comercial que se vislumbró esta última semana entre ambos socios regionales.

Se trata del secretario de Industria, Eduardo Bianchi, y su par ejecutivo del Ministerio de Desarrollo de Brasil, Alessandro Teixeira, quienes en los papeles ofician como viceministros de la ministra argentina Débora Giorgi y el brasileño Fernando Pimentel, en forma respectiva.

Bianchi y Teixeira se reunirán el lunes y el martes próximos en Buenos Aires, en la sede de la Secretaría de Industria.

De hecho, en el caso argentino, Bianchi es el funcionario que tiene a su cargo el tratamiento y administración diaria de las Licencias no Automáticas de importación que aplica la Argentina y que afectan a algunos productos de Brasil.

La decisión de este encuentro fue adoptada por Giorgi y el embajador de Brasil en Buenos Aires, Enio Cordeiro.

En una reunión -que se extendió por más de dos horas- Giorgi y Cordeiro "comenzaron a consensuar y coordinar los temas de la agenda que se van a tratar en la reunión bilateral", se informó por medio de un comunicado.

"Tuvimos un encuentro muy positivo y tanto la Argentina como Brasil vamos a privilegiar la relación de socios estratégicos", aseguró Giorgi, por medio del comunicado, a la vez que agregó que "los secretarios trabajarán sobre una agenda que incluirá todos los temas pendientes tanto puntuales como estructurales".

Precisamente, Bianchi y Teixeira integran la denominada Comisión Bilateral de Monitoreo del Comercio que se reúne cada 35 a 40 días con el objetivo de evitar que surjan crisis comerciales como la que estalló en los últimos días.

Los dos gobiernos del Mercosur decidieron ya hace unos años crear esa instancia institucional para tramitar allí las quejas que pudieran surgir de los empresarios que se sintieran afectados por medidas a uno y otro lado de la frontera.

Las diferencias comerciales entre la Argentina y Brasil se desataron la semana pasada cuando el gobierno de Dilma Rousseff decidió aplicar licencias no automáticas al ingreso de automóviles Brasil, destino al que va casi la mitad de la producción de vehículos argentinos.

La medida dispuesta por Brasil se adoptó luego de que la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (FIESP) reclamara por las trabas que el gobierno argentino ponía para el ingreso de alimentos procedentes de Brasil. En tanto, la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADMIRA) salió por medio de un comunicado a advertir sobre las consecuencias negativas que podrían tener sobre las inversiones automotrices en la región que se prolongue la crisis. También la Confederación General Empresaria (CGERA), una entidad caracterizada por el respaldo incondicional al gobierno, salió a criticar la demanda de las terminales automotrices argentinas, que el lunes reclamaron el fin de barreras comerciales en el Mercosur.